Y para celebrar mi post 1440 en el CEV 2ª temporada, continúo con mi segundo día de vida:
Cullera, 1974
El primer día de vida fue algo complicado... el destino, contrariado con las muestras de alegría de la naturaleza, tenía una trampa preparada... un problema sanguíneo a la postre mortal, causado por una transfusión en la juventud de mi madre, del grupo negativo, que hizo que mi sangre no fuese apta para la vida.
Tras un rápido viaje a Valencia, al hospital, el destino seguía jugando sus cartas, esta vez en forma de enfermero cabrón, al que sólo se le ocurrió decir "a este niño ya no hay nada que hacerle, de esta no sale"... mientras zarandeaba mi cabeza.
Afortunadamente, mis ganas de vivir y la aparición de una doctora convirtieron lo que podría haber sido mi último día de vida en el inicio de una próspera e interesante existencia que dura hasta hoy.
Continuará...