Nova6K0 escribió:
Por último Mayo_Kusaka no se si tienes miedo o nó, yo ya te digo que estoy algo preocupado... La página de CVCDGO, en teoría (ya se verá lo que dicen los jueces, que no tiene que ser lo que pasó, así nos va con esta mierda de justicia)se cerró por poner enlaces a películas antes de estrenarse. Tu mismo has dado al corazón del problema "los intermediarios" ¿sabes cuanto te puedes ahorrar por pedir un ordenador a Dell a través de internet?, pues entre 200 y 500 €, dependiendo del modelo. Esto es evolutivo y la evolución dice que los intermediarios deben desaparecer,se les agradece su esfuerzo durante estos últimos siglos, pero su función ha llegado a su fin, al igual que los soportes de venta físicos.
Estoy totamente de acuerdo y me gustaría extenderme un poco más sobre este tema:
Cuando un usuario descarga un fichero a través de una red P2P lo que ha ocurrido es que un producto X ha sido distribuido desde uno o varios puntos hasta otro, con un coste prácticamente nulo y al margen de cualquier condicinamiento geográfico. Y además lo ha hecho sin necesidad directa de soporte físico.
Desde mi punto de vista es obvio que
el desarrollo tecnológico ha superado el modelo de negocio de las discográficas, reduciendo el proceso de distribución a una transmisión instantánea y prácticamente gratuita de información, la pregunta del millón es ¿cómo es posible que la industria no haya implementado unos avances técnicos que reducen los costes de distribución y fabricación potencialmente a cero? ¿cómo es posible que ningún actor dentro del mercado audiovisual haya echado mano de las nuevas herramientas para vender lo mismo que sus competidores pero más barato, obviando la ventaja que ello supone (exceptuando a la pionera iTunes)? ¿cómo es posible que los consumidores hayan empezado a explotar las posibilidades de los nuevos canales tecnológicos antes que la propia industria y que incluso hayan desarrollado sus propias herramientas para ello (como los P2P)?
Y aquí llega la hora de analizar a la industria discográfica: un sector con un grado de concentración brutal, con condiciones claramente tendentes al oligopolio donde las multinacionales discográficas controlan, directa o indirectamente, un vastísimo proceso productivo
que incluye la fabricación y distribución de los productos audiovisuales. Las discográficas son prácticamente intermediarios; pensemos en las posibilidades de internet: si la distribución del material audiovisual puede hacerse con suma facilidad y a un coste muy reducido, y además la necesidad de dar un soporte físico a la obra desaparece ¿cuál es el papel de las discográficas en todo eso? La creación de la obra es cosa del autor, su distribución puede hacerse de forma barata, rápida y sencilla con un único intermediario, los ISPs, y el soporte físico pasa a ser tan sólo una opción más en manos del consumidor y su flamante grabadora de CD/DVD. Un autor podría perfectamente comercializar su obra de forma independiente, sin gastar en ello un duro más de lo que figure en su factura de ADSL. De hecho a veces se nos olvida, pero cuando compramos un disco los derechos sobre la obra son de su autor (en principio), el "producto" de la discográfica es el disco en sí mismo, con su coste de fabricación, distribución y la parte correspondiente del gasto publicitario, administrativo, en imagen... ¿qué ocurre cuando se puede prescindir de todo eso?
La cruda realidad es que si los intermediarios ya no son necesarios y el soporte físico es optativo la labor de las discográficas se vería reducida al asesoramiento de los autores (jurídico, técnico, "de imagen") y a la promoción de la obra. Todas ellas actividades que ya ofrecen hoy día asesorías jurídicas, agencias de publicidad, gabinetes estéticos...
Así que resumiendo: la cruda realiad es que
si los intermediarios ya no son necesarios hoy día, las discográficas, al menos tal y como las conocemos hoy, tampoco lo son.
¿No existe, pues, una duda razonable acerca de la posibilidad de que las principales disográficas, que controlan el mercado de forma casi oligopolística (uno de los principales activos de las discográficas son sus "contactos") estén tratando conscientemente de "embalsar" la implantación de unas mejoras técnicas que ponen en entredicho gran parte de su modelo de negocio?
Por otro lado es notorio el interés de las discográficas por "secuestrar" el nuevo medio, por deslizarse hacia posiciones de fuerza sobre el consumidor en el acceso a las capacidades de distribución y producción que ofrecen las nuevas tecnologías (que los usuarios distribuyan es ilegal, que lo haga yo no lo es). La sensación que da es que ellos no incorporarán el potencial de las nuevas tecnologías hasta que las dominen y se las apropien, y esa es una de las razones por las que hoy libramos una batalla en el terreno de la privacidad, de
nuestra privacidad.
Finalmente lo de las redes de pares P2P aún no está demostrado que sean ilegales por ningún lado, ni ellas ni la compartición de ficheros a través de estas (excepto programas si no posees el original), por que lo que se hace es compartir de la misma manera, que cuando tu copiabas una cinta y se la pasabas a un amigo, y de la misma cinta (hablo de cassette,en este caso) se copiara y se la diera a otro amigo y así sucesivamente. Por eso nació la copia privada y por ello se les metió un canon a esas cintas hace bastantes años.
Este es otro asunto que también me interesa mucho, y es que muchas veces oigo y leo a la gente decir que si alguien comete un delito es injustificable defenderlo y todo eso, y la verdad es que yo estoy de acuerdo, pero no confundamos churras con merinas, eso no es óbice para que yo, si me da la gana, pueda dudar de que efectivamente se ha cometido un delito o incluso de que la legislación esté bien planteada.
Hay mucha gente que oye "le han hecho X injustamente" o "no me gusta lo que ha hcho la policía" y automáticamente deduce que apoyas la comisión de delitos, como si no te pudieras plantear (y plantear a los demás) que la legislación puede estar equivocada o mal interpretada.
Y en este caso, al hablar de P2P y de propiedad inmaterial
el debate está aún abierto y (imho) es obvio que se produce una colisión entre concepciones tradicionales de derechos y realidad tecnológica muy parecida la situación que se ha generado en el seno de la industria discográfica.
Cometer un delito es injustificable y no caben medias tintas a este respecto. El quid de la cuestión es que más allá de quién delinca y quién no
estamos asistiendo últimamente a la emisión de una serie de señales, desde el ámbito de la justicia (y aún a riesgo de que me tilden de demagogo no puedo evitar decir que me parece un espantoso retruécano que en este país salga tan barato acabar con la vida de una persona al volante y tan caras cosas como amenzar la propiedad inmaterial, no porque justifique ésto último, sino por la bruta desproporción sancionadora que exhibe nuestra justicia y que, por lo menos a mi, me hace sentir desprotegido frente a los criminales de verdad y frente al propio aparato de la justicia), los medios de comunicación, la iniciativa legislativa, etc.
que parecen indicar que no sólo nos enfrentamos a una probable reducción de nuestros derechos en nombre de la seguridad y de la música (save the music, recordad) sino también a un retraso tecnológico fruto del afán de control de una serie de grandes empresas sobre todas aquellas herramientas que pongan en jaque su modelo de negocio tradicional.
Es por ello que (imho) las cuestiones más importantes a las que se enfrenta la comunidad internauta en este ámbito son:
- el desarrollo de una
alternativa legislativa en el campo de la propiedad inmaterial que haga frente a la impulsada por la industria discográfica (altamente restrictiva), garantista para con los autores pero libre de condicionamientos legislativos al servicio exclusivo de la industria. Y a partir de ahí nos desmarcamos de quien haya que desmarcarse, apoyamos a quien haya que apoyar y a otra cosa mariposa.
- el desarrollo de una
alternativa a las sociedades de gestión de derechos existentes, que reúna a los autores y sus obras (independientemente del control que los autores deseen ejercer sobre las mismas) con fin de coordinar sus relaciones con los nuevos distribuidores tecnológicos de los contenidos (o sea, los ISPs) y los prestadores de cualquier otro servicio al autor para obtener las condiciones más ventajosas posibles.
- la
defensa a ultranza del derecho a la privacidad (lo que incluye el desarrollo de instrumentos para tratar de garantizarla, ej. la criptografía)-
Hasta que no ocurra esto, bien sea por el impulso de la comunidad, bien por la presión de un nuevo actor del mercado discográfico, seguiremos dándole vueltas a lo mismo