-Confieso que soy un ser humano sin oficio ni beneficio.
-Tengo mucha ira, rabia e impotencia acumulada que no me dejan vivir.
-Soy borde y asocial.
-Confieso que desde que me he mudado de casa tengo la
sensación constante de estar al borde de un ataque de angustia.
-Confieso que me gustaría quemar el monte que me rodea para que recalifiquen los terrenos, lo asfalten y construyan edificios como Dios manda: de ocho pisos para arriba.
-Confieso que hay días que me siento optimista y vivaz por la mañana y atormentado y hundido por la noche.
-Que el psicotécnico de las bolitas que he hecho hoy no paraba de pitar
-Confieso que tengo la perpetua sensación de que nada es real, y me pregunto si no habré muerto y estoy vagando pensando que sigo vivo o si estoy en Matrix, y otras veces me siento como un gilipollas por habermelo planteado de verdad.
-Tengo constantes "Dejavis", algunos muy heavys que a veces me dan miedo (volvemos con lo de matrix)
-Cuando estoy tranquilamente en el bus y se sientan justo detrás los tipicos garrulos adolescentes que además de joderme el viaje dejan un olor a animal de cuadra, confieso que me apetecería bajarme los pantalones y orinarles encima.
-Me gustaría irme a vivir a Barcelona con una mano delante y otra detrás, buscandome la vida en una ciudad nueva y sin depender de nadie, pero confieso que no creo que tenga huevos para hacerlo nunca.
-Confieso que estuve enamorado hace ya muchos años, pero a veces sigo pensando en ella.
-Confieso que viendo la reposición de Oliver y Benji casi lloro de emoción con el primer gol oficial que le marca Oliver.
-Confieso que soy un neurótico que me obsesiono con muchas cosas, la mayoría gilipolleces; la ultima es el piercing, si aquí o mejor 2 milímetros más allí, rayando el surrealismo, en serio.
-Confieso que veo belleza en cosas que a la mayoría le pasan desapercibidas o les resultan siniestras.