Desde mi celda veo
pasar los días lentamente,
veo como se va desgastando
mi pasado y mi presente.
Oscuridad y cadenas veo
cada vez ke kiero saltar
hacia lo que hay ahí fuera
y no puedo escapar.
Y las cadenas agarradas
a mis débiles tobillos
me estiran, me estampan
contra la pared de ladrillos.
La frustración que siento
cuando casi tengo acabada
la escultura que con mis manos
he herguido con pasión,
y es derrumbada por las sombras
ante mi iracunda impotencia
es sólo comparable
a la fuerza con que ruge el sol.
Sal de mí, agonía!
quiero ser libre, y volar
hacia tierras mas lejanas
sin que me intenten cazar.
Y huir victorioso
de esos cazadores
que conmigo pagan su ira,
su rabia, su amargura, sus temores.
Algun día estoy seguro
que mis palabras serán espadas
que cortarán las cadenas
y las dejarán destrozadas.
Y ese dia volaré
hacia esa tierra anhelada,
y ese día conseguiré
mi libertad soñada.
Mas eso sigue siendo
tan sólo un loco sueño,
pues en mi celda sigo
muriendo a pesar de mi empeño.