Hola a quien lo lea.
Un bodegón de bar; el platillo, la cucharilla, el sobre de azúcar y la taza.
Suavemente, deslizo mis dedos por la cerámica y me escaldo las yemas de los dedos, como cada día, sonrío al quemarme.
Tomo el sobre, abanico a un imaginario acalorado y rasgo el papel, intentando escuchar los quejidos de cada una de las fibras de celulosa.
Inclino el sobre guillotinado y la cascada de dulce nieve se amontona en la crema del café. La minúscula montaña de azúcar, Atlántida en miniatura, no tarda en impregnarse de un color pardo y vencida a su peso se hunde en la oscuridad.
Pellizco la cucharilla que con un tintineo deja de estar en contacto con el platillo, una lenta estocada en el café introduce el pequeño metal en el negro líquido.
Los movimientos circulares dibujan una galaxia en la crema, el azúcar se disuelve en mística fusión de sabores, como beso entre amantes en el momento del orgasmo para dar paso a un nuevo ser.
Me llevo el metal a la boca, quemándome durante un brevísimo instante de tiempo y saboreando la amarga personalidad de la cafeína.
Tomo la pequeña asa de la taza y me la llevo a los labios, el olor del café trepa por mi nariz rápidamente y la bebida quema el mascarón de mi lengua.
Al cesar el dolor, el sabor del café es lo único que siento, mis ojos, cerrados en acto reflejo se han convertido en papilas gustativas, mis manos en nariz que huele el fuerte dolor del café.
En otro extremo del bar un hombre me ha estado mirando y ha pensado, "Míralo, por ir con prisas se ha quemado.".
Nota: Texto mejorado gracias a Nylsa y The_Blind.
He querido practicar un poco de barroquismo con algo muy sencillo. Es decir, de lo que puedes describir con una frase convertirlo en un tocho de frases muy sentidas y descriptivas, no me ha quedado bien del todo o al menos creo no tiene la densidad que yo buscaba. Sea como sea aquí queda.
En otro orden de cosas voy a poner, como si fuera un exámen, calificaciones para mis textos, a ver que les parecen a esos Liteolianos que no postean pero si leen.
Un saludo.