El primero de tantos.

Este es un relato de un buen amigo, lo escribió ayer hacia las 3 de la mañana. Hay fallos de puntuación, pido disculpas. A ver si os gusta.


Noto que los efectos del último pico se desvanecen y abro los ojos. Tengo la boca pastosa, vómito en la camiseta.
- Buena juerga la de anoche, eh B.
Muevo las piernas para incorporarme y siento el suave tacto de la moqueta.
- Vaya, siempre creí que en esta casa había suelo de roble, me río.

El reloj marca las 2 de la tarde, así que llamo a R para ver si consiguió lo que le pedí el otro día.

Tú también quieres, eh B. Comunicando.

B está dormida, con esos pantalones ceñidos que han servido de inspiración para hombres casados aburridos de carne flácida
y celulitis. Esa es la parte buena.

Aún tiene el cinturón apretado en su brazo izquierdo, sus venas parecen que van a reventar de la presión. La jeringuilla se sostiene en la esquina de la mesa de noche, apuntándome. Enciendo un pitillo y miro las noticias en la televisión.

Vaya, premio Nobel de literatura para Vargas LLosa. ¡Bravo! grito.

Tengo hambre y veo a Y, el perro de B, que entra en el cuarto, olisqueando. Es de esos perros alargados con patas cortas, como si la naturaleza quisiera que sus movimientos fueran torpes y graciosos para siempre. Hay una pastilla en el suelo, puede que una Oxicodona o Thorazine. Antes de que el chucho se la embuche la cojo y me la trago.

Debes ser más rápido Y, más rápido. Oigo a B revolverse en la cama de agua, y ese sonido me da ganas de mear. El baño es el sitio preferido de un yonki, si se tiene suerte, se puede encontrar cualquier cosa para pasar el día. Y si la madre de tu novia es una zorra hipocondríaca, mejor. Recetas y medicamentos.
Las llaves del cielo.

Escojo los ingredientes del cocktail y vuelvo a la habitación. Busco el vodka.

Eh B, ¿dónde cojones esta el vodka? Venga despierta, dímelo.

B está boca arriba, la miro un instante y me quedo hipnotizado. Ella siempre me hace olvidarlo todo, no tiene más que estar allí. Magia.

De pronto la oigo toser. Más y más fuerte. Los espasmos de su pecho son muy violentos y un líquido blanco y espeso empieza a salpicar. Rezuma de su boca como una erupción volcanica. B tiene una boca perfecta, una sonrisa perfecta. Las convulsiones comienzan y parece que no puede respirar. Yo no hago nada, sólo la miro, hipnotizado como siempre.

Cuando me doy cuenta no oigo nada. Ahora las noticias. Enciendo un pitillo y me echo en la cama. Preparo un pico, heroína y cocaína.

Paso la mano por la cama para acariciar a B, pero no la encuentro. ¿Estamos listos? grito con todas mis fuerzas.

Y me pincho. Las luces se apagan suave y lentamente. Lo dejo todo. Hemos llegado.
No me ha disgustado. Es como muy claro y da la sensación de que va a latigazos. Te propongo (o le propongo a tu buen amigo) que intente pulirlo y mejorarlo; ya sabes, alargarlo un poco, alguna descripción si lo ve bien... no me gustan los textos demasiado masticados, pero tampoco que estén crudos como éste. Que quede así es un poco dejado. Si decide hacerlo, Edita para que pueda verlo :).
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