Chumascadito, después de haber pasado por la sala de extracción de órganos.
Así me aseguro de que si tengo la enfermedad esa rara que te quedas como aletargado, no me despierto en mi féretro bajo tierra (aunque si ya no tengo órganos, no creo que me despierte).
También prefiero que me hagan polvo, para que los jodidos gusanos
no me dejen en los huesos, el hecho de imaginarme pocho(como una manzana pasada), me da un asco que te cagas.
La gente dice que, que más te da, si ya estás muerto, en parte tienen razón, pero yo es que me rallo solo.
Y que hagan con mis cenizas lo que les salga de los cojones, aunque puestos a pedir que las tiren al Manzanares a la altura de la Pedriza
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