El problema del survival horror actual no es que esté muerto, como leemos muchas veces, sino que está muerto a nivel de los grandes editores, porque es un género que no vende demasiado hoy en día, por mucho que nos duela a quienes disfrutamos ese género.
Un ejemplo: Resident Evil. Que sí, que los últimos Residents son una mierda de acción y bla bla bla. OK. Ahora mirad las ventas de los primeros, puros, y mirad las de RE 5 o RE 6.
Seguro que alguien me saltará con que no son comparables, que el mercado a finales de los 90 era mucho más pequeño que ahora y todo eso. No estoy tan de acuerdo, pero igualmente, ahí está el RE Revelations, que ha sido lo más cercano al Survival Horror tradicional que ha sacado Capcom, y sus ventas han sido claramente inferiores. Y hablamos de un juego que está en la consola más vendida de la generación actual (3DS) y que ha tenido remakes a precio reducido en PC, PS360 y Wii U, que yo recuerde. Pues apenas han pasado el millón y poco de copias.
Los estudios cada vez son más conservadores porque cada vez les cuesta más rentabilizar un juego, y eso hay que entenderlo como empresa que son. Por tanto, si queremos Survival Horror, cada vez más tendremos que buscarlo y olvidar las grandes sagas tradicionales que inauguraron el género. Ya fue extraño que EA sacase esa joya que fue el primer Dead Space, pero está claro tras ver el 3 por donde quieren enfilar la saga.