Sobre la tira, me recuerda a la pregunta que le hice a Jorge, el encargado de marketing de Sony en la conferencia de hace una semana:
Le pregunté que si me sabía decir por qué debería comprarme una PS3 en España en vez de importarla de Japón, que si sabía si tenía alguna ventaja, porque la de aquí no sólo no es compatible con todos los juegos de PS2 sino que además es más de un 50% más cara. Me contestó: "Las películas tienen distinta zona".
A continuación le hice una pregunta que efectivamente iba en plan café:
"Usted ha dicho que la PS3 europea es compatible con prácticamente todos los juegos de PS2, y sobre todo con los principales, ¿me podría decir si es compatible con juegos cómo los Metal Gear o los Final Fantasy?"
La respuesta fue bastante acertada: "Pues no tengo ni idea, pero hay una página web..."
Por supuesto le dije para su información que en dicha web ponía que en dichos juegos pueden surgir ciertos problemas y que me saltara las secuencias de video, vamos, que no eran compatible al 100%. Aunque me quedé sin decirle que un juegazo cómo Metal Gear Solid 2 no salía en dicha lista.
Lo que más me sorprendió de este hombre es que ME RECOMENDÓ QUE ME COMPRARA UNA PS3 JAPONESA.
Sobre lo del café de Zapatero, tal vez lo más inteligente hubiera sido haber contestado lo mismo que el de Sony, "no tengo ni idea, vete a una cafetería y pregunta". Pero no, se la jugó, y por intentar quedar mejor quedó peor (sólo por decir un precio iba a quedar mal, dijera el que dijera). 80 céntimos está ligeramente por debajo de la media, que se sitúa en unos 90 céntimos. En muchísimos bares el precio es de 1 euro, precio que tiene asociado la gente, la cual no recuerda que en las máquinas de cafe cuesta en torno a 60 céntimos (o menos), ya que uno se queda con el precio caro, no con lo barato. Un disparate hubiera sido decir 60 céntimos, 50 céntimos, 2 euros o euro y medio. Pero 80 céntimos yo personalmente creo que fue una respuesta dentro del rango razonable. Rozando lo bajo, pero muy cercana a la media. Me parece absurda la importancia que le ha dado muchísima gente a semejante tontería.