Héroe caído,
Ahora no puedes mirar más adelante.
Solo quedan los recuerdos que dejaste atrás
Hazañas, sueños... y más ilusiones.
Encharcado en tu sangre,
ya no escuchas el griterío,
sino a tus propias sienes:
exhortando a la comunión con la muerte.
No hagas más esfuerzo,
entrégate al olvido descanso.
Quizás mañana cuenten tu historia
y quien sabe si de tí algo aprendan.
Tangiversarán los hechos,
ensalzarán tus odiseas
Brotarán miles de retoños.
Y es entonces, cuando con suerte
alguien diga de tí,
que fuiste algo más que un simple mortal
¡un dios!
Y ya no morarás en el barro sanguinolento
sino en la marmólea ciudad de los cielos
donde hasta las majestuosas columnas se inclinan.
Sentado, en tu trono de sueños, anhelos...
... y mentiras...