Ves a los nanos, como decía Rbnm90, antes del partido conjurándose como una piña, y en cambio los del Atlético no, porque saben lo que tienen que hacer, pasarle el balón al perol de turno, y luego celebran los goles todos juntos creyendo que son buenos cuando lo que hacen es limitarse a ser pasadores, y te entra de todo.
En el primer gol uno de los bigardos éstos se ha ido de tres o cuatro, y en el segundo le digo a mi padre "ahora le pega un trallazo y mete al chavalillo dentro de la portería", poco me he equivocado. Yo por eso dejo de verlo, me pongo en la piel de los chiquillos y siento impotente.
El Lucena-Huracán llega 0-0 al descanso.