Voy por la mitad de la tercera de Jack Ryan y sí, está entretenida, más que la anterior, los personajes funcionan como siempre y las escenas de acción son contundentes, razones más que suficientes para verla, pero es que la historia es TAN inverosímil que lastra todo el conjunto. Ya sabemos que Tom Clancy no es precisamente el más listo de la clase, para esto ya estaba John Le Carré, pero es que esto es exagerado: en lo que llevo visto tenemos asaltos de SEAL a barcos rusos, la inteligencia rusa campando como Pedro por su casa en la policía de Grecia, un país con un pasado de dictadura de derechas todavía muy infiltrada en los cuerpos de seguridad, incursiones en territorio ruso con extracción... ¡ en helicóptero !, jefes de sección que hacen lo que les viene en gana, etc..
En fin, un despropósito tras otro a nivel de trama que, como digo, afortunadamente se salva por una producción y unos intérpretes bien elegidos. Si alguien busca una trama de espionaje más sobria puede probar con Cóndor, que tiene dos temporada muy buenas.
PD.- Me fastidia que el estupendo tema principal de la serie de Ramin Dajawadi suene en los créditos finales y no en los de apertura.