¿Pero cómo se os ocurre comparar Wipeout con F-Zero? Es como comparar Gran Turismo con Sega Rally porque los dos son de coches. En Wipeout priman la técnica, la estrategia a la hora de elegir las armas e items, elegir el momento de atacar a los oponentes o usar el escudo... es un juego más refinado y balanceado, con una estética más pija y con más gusto musical que los F-Zero, y hay que pillarle el tranquillo a su endemoniado control.
En cambio, los F-Zero (que empecé a adorar en N64 y cuya entrega de GameCube es para mí uno de los 5 mejores juegos de la consola) ofrecen un diseño de juego más simple, más directo, con pistas más variadas y espectaculares y un control que no te putea a la mínima. Los rivales son un coñazo a lo OutRun (molestan más por chocarte con su culo que por hacerte la puñeta) y desearías tener un buen cañón de plasma wipeoutiense para quitártelos de delante, pero también tienen su gracia. La única técnica posible es controlar los turbos y usarlos sabiamente donde sepas que no te la vas a pegar y siempre pensando en que son tu propio escudo.
Si me pusieran delante los Wipeout de PSP y el F-Zero de GC, no sabría con cuál quedarme. Posiblemente el F-Zero me haya enganchado más -también es más fácil de retomar tras unos meses que los Wipeout-, pero ambas sagas tienen sus cosas buenas. Como su dificultad, que menudos hijos de cánida están hechos los dos.