Incendios de iglesias, diez, atropellos y expulsiones de párrocos, nueve, robos y confiscaciones, once, derribos de cruces, cinco, muertos, sesenta y uno... desengañaos, un país puede vivir en monarquía o en República, en sistema parlamentario o en sistema presidencialista, en sovietismo o en fascismo; como únicamente no puede vivir es en anarquía, y España, hoy, por desgracia, vive en la anarquía.