Bueno, pues hoy viernes, después de comer y echarme una merecida siesta, ha sido mi momento. He abierto la edición especial del SMT y he de decir que me parece preciosa. Cara, muy cara por tener que importarla pero, si nos olvidamos del precio, es fantástica. El tamaño es mucho más pequeño de lo que aparenta en los vídeos, cosa que me encanta. Es super cuca, y la caja tiene un toque vintage opaco setentero que no se acaba de reflejar en las fotos. Además, ¡qué coño!, es una edición especial de un SMT, con todo lo que ello implica y lo imposible de conseguir que será en unos años. Un tesoro, vamos.
Me he arrancado a jugar por el mero placer de ver un SMT en la Switch, mi consola favorita de todos los tiempos y eso que he tenido unas cuantas (aunque en mi corazón, la Vectrex y la SuperNes siempre serán algo especial). Para mi sorpresa, me las apaño bastante bien y he estado toda la santa tarde jugando. Como le he metido candela a 3 SMT de la 3ds y, además, aparece alguna palabreja en inglés (Start, load game, fight, magic…) pues voy jugando relativamente cómodo. Obviamente, de la historia no me entero ni por dónde me sopla el aire, pero como me gusta ver siempre el lado bueno de las cosas, he de decir que siento una especie de nostalgia de los 90 que hace que ese desconcierto sea mágico. Me retrotrae a los años en que jugaba mis primeros rpgs en lengua inglesa cuando no tenía ni papa de inglés. Siento que estoy en la misma situación que cuando empezaba en esto y no deja de ser una sensación graciosa.
Solo llevo unas 3 horas y, obviamente, no puedo juzgar, pero la (oscura) atmósfera es parecida a la del SMT4 Apocalypse, y la banda sonora brutal. Atlus siempre cumple. Con la versión en inglés de esto, el 5, el Y’s 9 y el Zelda en invierno, para mí el año videojueguil pinta apoteósico.
Mi idea era catarlo un rato y esperar a la versión occidental en primavera pero, visto que me las apaño mucho mejor de lo que esperaba, le voy a meter bastante tralla. No digo pasármelo, porque más pronto que tarde me rallaré de no saber japonés, pero me veo echándole 20-30 horas fácil, sí.