Los chicos de Free Radical estaban desarrollando Battlefront 3 cuando su situación económica se colapsó y fueron absorbidos por CryTek en una maniobra de urgencia para salvar la compañía. El co-fundador del equipo, Steve Ellis, ha hablado sobre todo ello con el portal GamesTM Magazine.
"Tuvimos un período oscuro durante el desarrollo de Haze, tuvimos problemas con la tecnología y algunos puntos dolorosos según íbamos expandiendo el tamaño que necesitábamos para existir, pero sencillamente parecía que nos acercábamos a un final feliz para todos y que llegábamos a él intactos", declaró, sin embargo Martin Wakeley, project manager del equipo, agregaba lo siguiente. "Como miembro del staff veía como nuestra relación con LucasArts se iba volviendo más y más distante, y nos temimos lo peor. Cambiaron de ejecutiva y también de dirección".
"Estábamos haciendo un juego con grandes ambiciones. Podías empezar una batalla a ras de suelo, después saltar a una nave y volar por el espacio, continuar en un muelle de una nave nodriza y seguir la batalla ahí... Teníamos construidas todo tipo de nuevas tecnologías y habíamos asumido toda clase de desafíos tecnológicos y superado las limitaciones que tuvimos por el camino", continuó.
"Teníamos el juego terminado al 99%, y sólo necesitaba la fase de corrección de bugs para ponerse a la venta. Hubiera sido nuestro juego más exitoso, pero fue cancelado por razones financieras", aseguró, explicando que, en cuanto a los materiales que se filtraron, estaba "feliz de que al menos la gente viera lo que estábamos haciendo y que compartiera el entusiasmo del equipo por todo ello".
El culebrón en torno al desaparecido Star Wars: Battlefront III no parece llegar a su fin, y si hace unos días eran los chicos de Free Radical quienes defendían su trabajo frente a este esperado juego de acción multijugador, ahora ha sido un antiguo integrante de LucasArts quien ha cargado las tintas contra este equipo británico, al que acusa de mentir en sus declaraciones.
"Que el juego estuviera al 99 por ciento es solo una gran mentira", ha declarado este trabajador de LucasArts que ha preferido mantenerse en el anonimato. "Una estimación generosa sería la de un juego mediocre al 75 por ciento de su desarrollo."
Además, según recoge el portal norteamericano Gamespot, las acusaciones acerca de que LucasArts saboteó el proyecto son también falsas. "Siempre hay dos caras para una misma historia", apostilla. "Estuve en LucasArts durante esa época, trabajando en Battlefront III, y recuerdo cómo todo el mundo estaba cien por cien volcado en hacer que la relación con Free Radical funcionara. Estábamos desesperados por tener un Battlefront de nueva generación a la altura de lo esperado".
En este sentido, prosigue, "las acusaciones de que el proyecto fue saboteado por cuestiones financiares son ridículas" puesto que la saga, por aquel entonces, "era una auténtica máquina de generar dinero". Incluso, continúa esta fuente anónima, algunos directivos de LucasArts aportaron dinero para que el proyecto continuara adelante a pesar de estos baches.
Sin embargo, añade, el proyecto fracasó por tres razones muy concretas. La primera, es que el retraso en el desarrollo de Haze afectó mucho a Battlefront III, que inició su producción casi un año después de lo previsto. Además, explica, se invirtieron parte de los recursos de este proyecto en el citado juego de acción de PlayStation 3. También, Free Radical "subestimó" su capacidad para cumplir con los plazos asignados, lo que terminó por "acabar con la confianza" de LucasArts, que no veía a este equipo de desarrollo preparado para sacar adelante el proyecto.
Las sospechas se confirmaron, siempre de acuerdo a esta fuente anónima, cuando en mayo de 2008 (el juego tenía previsto estrenarse en octubre de ese mismo año) Free Radical presentó una demostración jugable de Battlefront III. "La calidad del juego era muy alarmante para nosotros. Free Radical insistió en que los retrasos se debían a que querían garantizar que el juego fuera una joya con una media de puntuaciones de 85 como mínimo, pero eso no lo teníamos tan claro".
Pese a ello, LucasArts les permitió continuar con el desarrollo del juego, que volvió a retrasarse de nuevo y tampoco estaría en las tiendas en abril de 2009. La marcha de algunos integrantes del equipo de desarrollo, y el total incumplimiento de los plazos de entrega –a finales de 2008 tampoco entregaron el material solicitado- terminaron por condenar el proyecto, que fue finalmente cancelado.