Necane dice a Sun Tzu: Escribe un texto convincente sobre por qué es infinitamente mejor la kas Naranja que la Fanta de Naranja. De 350 a 500 palabras.
Bienvenidos mis queridos catadores eolianos; hoy nos adentraremos en el mundo de los refrescos, pero no hablaremos de la eterna lucha CocaCola versus Pepsi, de la que se han hecho mil artículos, criticas y documentales. No, hoy hablamos de los refrescos de naranja, más concretamente de Fanta contra Kas, o de sus compañías, The Coca-Cola Company frente a PepsiCo (¿CocaCola versus Pepsi? Vaya con la globalización...).
Esta vez me pondré a favor de Kas Naranja, pese al gran y excelente marketing de Fanta, ésta no puede competir en lo más importante, el sabor. Sin duda Kas tiene un sabor más potente comparada con lo insulsa que es Fanta, técnicamente no hay mucha diferencia en el tanto por ciento de zumo de naranja, pero beber una u otra se nota en el paladar. Obviamente no estamos hablando de zumos, pero se siente lo artificial del refrigerio de Coca-Cola Company, que intenta convencernos de que “eso” es un refresco de naranja. Sinceramente diré que Kas no es la panacea tampoco, para qué engañarnos, aunque si está un paso por delante de su competidora y presenta una bebida con personalidad, habrá a quien no le guste y a quien le encante. Al menos es ajena del “saber a nada para contentar a todos” que parece el lema de Fanta.
Kas es muy, muy refrescante (¿quizá es lo que se busca en un refresco?), tras saborearlo quedas satisfecho, el regusto es complaciente y placentero. Su rival, dulzón en exceso, no te quita la sed y acabas acudiendo a otro producto, ¡incluso agua!, para quitarte el sabor de jarabe de la boca. Analizando otras características secundarias, pero no menos trascendentales, observamos el color intenso de una, frente a la palidez de la otra. Sus precios andan ajustados, así que no romperemos lanza alguna a favor de ninguna en materia económica.
Pese a no ser muy formal, quiero destacar también algo importante en este tipo de bebidas, las mezclas alcohólicas. No quiero hacer publicidad del alcohol ni incitar a abstemios o ex-alcohólicos a dejarse llevar, pero el uso de refrescos para estos casos está muy de moda.
Aquí es donde más sobresale Kas, su intensidad se hace notar en todas las combinaciones, por lo que se hace muy recomendado, casi imprescindible, como acompañante en las noches de fiesta.
Fanta basa su imperio en una bebida aceptable y en una puesta en escena hollywoodiense propia de su compañía, por lo que se asegura un éxito en ventas. En cambio el producto de PepsiCo no es tan seductor en su envase ni en su publicidad, pero pone su empeño en la calidad del interior.
Como os suelo aconsejar, mis queridos lectores, “para opinar hay que probar”. Introducios de lleno en el océano de sensaciones, dejad a vuestras papilas saborear la diversidad. No por ser un producto de consumo diario es desmerecedor de análisis, críticas u opiniones enfrentadas. Yo soy de Kas Naranja, ¿y tú de quién eres?