Entiendo la postura de la Unión Europea, pero en este caso en concreto su aplicación resulta contraproducente. Las empresas ofrecen unos precios reducidos a los juegos en ciertos países conscientes de que si el nivel de vida allí es inferior y decides cobrar lo mismo que en un país con un nivel de vida mucho más elevado, la gente no va a poder permitirse comprar los videojuegos. Si obligas a la empresa a mantener unos precios unitarios en todos los países miembros, lo que va a suceder es que pongan el precio más elevado en todos lados, y eso será una putada para esos países porque la gente va a tener que pagar por un videojuego una burrada para el nivel económico al que están acostumbrados. Al final, aplicar eso va a significar joder a base de bien a esos países.
Lo que me ha parecido curioso es que Valve se negara a cooperar. No sé, particularmente valoro las posturas que suelen tomar, pero es que en este caso no es sólo que desapruebe esa decisión, sino que la decisión en sí misma no tiene mucho sentido. No creo que pensaran que por negarse a cooperar iban a conseguir librarse de la multa, esa postura además de ser poco honesta, es bastante estúpida.