Esta es una historia que escribi hace 2 años, teniendo yo 15 años, en otro foro que "murio" hace tiempo. Me he acordado de ella y la he posteado aqui para que la lea la gente. Era un intento de crear una historia compleja en la que expresar mi forma de pensar en aquella época. Obviamente podreis encontrar bastantes errores, pero la verdad es que a mi parecer, me ha quedado bastante bien. Eso sí, aviso de que es largo. Espero que os guste.
LA MENTE
Talía era una chica joven que estudiaba en el instituto San Isidro, el cual estaba ubicado en la ciudad de Soto Grande. Era una mujer muy activa, siempre andaba de marcha con sus amigos. Era muy extrovertida y no paraba de hablar, y era muy querida por todos. Tenía el pelo largo y suelto, castaño como sus dulces ojos. Sus gruesos labios eran la envidia de muchas de sus compañeras, las cuales la veían como una rival. Vivía felizmente en casa de sus padres, quienes tambien se querían mucho mutuamente. Tenía mucho dinero. Tenía felicidad. Tenía todas las cosas que necesitaba.
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Esta era una vida a la que muchos no dudarían en considerar... perfecta.
Seguramente tú tambien estas de acuerdo en ello, o quizas al contrario, porque piensas que lo perfecto no existe...
Pero acaso.... ¿puedes describir la perfección?
Porque uno de los misterios mas curiosos es que la humanidad ha inventado este nombre pero realmente no sabe lo que significa...
Muchos dicen que lo perfecto es lo que no tiene fallos...
Otros dicen que es lo que tiene lo necesario...
Otros que es lo inmejorable...
Y sin embargo, sea cual sea su significado entre todos estos... una gran verdad es que no existe lo perfecto...
... Porque el mundo está creado para tener errores.
Incluso es posible que la propia existencia sea un error del vacío que hay mas alla de los límites de la existencia...
Un momento, he cometido un error... ¿Como puedo considerar vacío algo que no existe...? ¿Como puedo estar tachando de inexistente algo desconocido...? ¿Como sé que hay algo mas allá de la existencia...? ¿Cómo sé que la existencia tiene límites...?
Y es que yo cometo errores...
Porque yo existo...
Y lo que existe tiene que cometer errores...
Aunque...
¿Como puedo saber que existo?
Realmente no puedo saberlo...
Porque ni siquiera sé que es la existencia...
Aunque cada uno está aqui para buscar esa respuesta...
Yo buscaré esa respuesta, al igual que vosotros...
Y cuando lo haga ya no podré arrepentirme de haber existido...
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Celia era una chica de edad madura. Era fea y tenía el pelo recogido de forma cutre con una cuerda que encontró por ahí. Vestía con harapos y estaba descalza. Su poblado, llamado San Miguel de Tezón que acababa de ser devastado por las recién creadas tropas de la Iglesia Católica llamadas Cruzadas. Aquí se habían escondido Infieles y Herejes que fueron buscados sin ningun resultado. Celia acababa de perder a su madre y estaba sola con su padre y herida. Subsistína comiendo restos de comida y sobras que habían quedado despues de que las Cruzadas se llevasen todos los alimentos del lugar. Había sido feliz hasta que llegaron ellos. Perdieron todo por culpa de la guerra.
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La Guerra... Curiosa forma de arreglar las cosas tenemos los que nos vanagloriamos como los seres mas inteligentes del mundo...
Porque ni el mas rastrero de los animales mata a sus hermanos friamente sólo por dominar unas tierras...
Ademas es sabido que el que tiene poder está destinado a perderlo... si no es en la vida es con la muerte...
A veces incluso tus hijos te traicionan por el poder...
Lo mismo ocurre con el vil metal...
La gente te traiciona e incluso llegan a traicionarse a sí mismos por dinero y poder...
Porque somos tan débiles...
Tan exageradamente débiles...
Que ya no solo no pensamos en el prójimo, el cual tiene sentimientos y es igual que nosotros sea perjudicado de manera incluso inhumana en ocasiones...
Ni siquiera somos capaces de ver que todo lo que conseguimos de esta vil manera nos abandonará tarde o temprano...
¿Cuánto dinero es gastado en apariencias?
¿Cuanta gente sufre bajo la tiranía del ambicioso?
¿Cuanta felicidad nos aporta todo esto?
Mas concretamente, ¿Que nos aporta?
Enemigos, dolor, remordimientos, maldad, traiciones, conveniencia, muerte, burlas, odio, irracionalización...
Pero nosotros nos llamamos "Seres Superiores...", por tener un don que no merecemos...
Quizas incluso seamos inferiores a esos nobles seres conocidos como perros...
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Talía volvía a casa después de estar de juerga. Estaba esperando a que los coches parasen para cruzar a la otra acera cuando le vió...
Era un hombre alto, con la mirada triste y con una gabardina vieja hecha harapos. Estaba desarreglado y su pelo estaba revuelto. Levantó la mirada y clavó sus ojos en Talía. Cruzó. No hizo falta esperar a que parasen los coches. Él los atravesaba.
Ella estaba asustada. Nunca había visto a ese sujeto, y tenía miedo de que fuera una persona peligrosa.
- Hola, Celia.
Quedó un poco sorprendida, ella no se llamaba Celia, sino Talía...
- Esto... Debe de haberse confundido, señor....
- No me he confundido, eres tú la que no se da cuenta de quién eres...
- No, yo me llamo Talía...
- ¿Entonces por qué tienes sus recuerdos?
Era verdad, tenía los recuerdos de Celia... Era extraño que nunca se hubiese fijado en ellos...
- ¿Por qué tengo estos recuerdos?
- Porque tú eres Celia...
- ¿Yo?
- Sí.
- Pero yo no recuerdo haber sido Celia nunca...
- ¿Que no seas consciente quiere decir que no eres ella?
Talía no supo contestar.
- Los recuerdos son los que forman a una persona. Por mucho que no lo sepas no puedes cambiar el hecho de que seas Celia... ¿verdad?
Ella estaba confusa.
- No, ¡No! ¡No soy esa chica que tú dices!
- Pero tienes los recuerdos. Eso es el sello imborrable de que eres tú. Y de que tú eres ella.
- ¡Me niego aceptar lo que me dices! ¡Si no soy consciente de que lo soy es que no lo soy!
- La mente humana es mas simple de lo que yo me imaginaba...
Talía se estaba cansando de tanta comedia e iba a irse cuando de pronto, el misterioso hombre gritó:
- ¡Mira! ¡Es tu padre!
La chica miró a sus espaldas y vió el pueblo de sus recuerdos en la que nunca había estado. Cuando se dio cuenta ya no estaba en la ciudad, sino en el pueblo en sí. Un hombre estaba con los brazos abiertos y con la cara sonriente.
- Pero ese no es mi padre...
- Claro que lo es, ¿No lo recuerdas?
Buscó en sus recuerdos y vió que era verdad: Era el padre de Celia.
- ¡Pero de nuevo te digo que yo no soy Celia!
- ¿Seguro?
De repente bajó la mirada y se observó a si misma. Era una chica mucho mas vieja, fea y pobre. Era celia.
- ¡Es cierto! ¡Soy Celia!
- Claro que lo eres - Dijo sonriendo por fin.
- ¡Pero entonces este hombre es mi padre de verdad!
- Por supuesto.
Celia se empezó a correr hacia su padre, cuando de pronto fue interrumpida de nuevo por el misterioso hombre:
- Talía, ¿Quién es entonces este hombre?
A su lado apareció de nuevo la ciudad y un hombre, tambien con los brazos abiertos dispuestos a abrazar a su hija Talía.
- Es mi padre.
- ¿No era tu padre ese hombre? - señaló al padre de Celia.
- No, yo soy Talía...
- Pero tienes el cuerpo de Celia...
- ¡Pues entonces debo de ser Celia!
- No eres Celia solamente, eres Talía tambien.
- ¡Una persona no puede ser dos!
- ¿Y como explicas que tengas los recuerdos y los cuerpos de ambas?
De repente fue consciente de que estaba moviendo dos cuerpos a la vez. Ella era entonces las dos chicas juntas...
- Esto es imposible... - Estaba muy muy confusa - No puede ser real...
- ¿Real? ¿Qué es real?
- Real es lo que estas viviendo.
- Entonces un sueño es real, porque tu lo vives...
- ¡No, un sueño no lo vives!
- Entonces tendrías que estar muerta y no estarias soñando...
La chica ya no podía contestar.
- Elige entonces cual de tus experiencias son reales...
- Yo soy consciente de que he sido talía
- ¿Segura?
- Sí, soy totalmente consciente.
- Pero lo real no tiene que ver con lo consciente...
- ¿Como que no?
- Cuando duermes no eres consciente de ello, pero sucede realmente.
- ¡Acabas de hablar de decir "realmente"!
- Solo estoy hablando en caso hipotético. No puedo asegurar nada. La mayoría de nuestros conocimientos se basan en hipótesis...
Ella sigue confusa. ¿Cual es realmente ella? No tenía la mas mínima idea...
- ¡No entiendo nada! ¡Esto no puede estar ocurriendo!
- ¿Lo que no entiendes no puede suceder? Entonces, como no entiendes la existencia no existimos, ¿no?
- No, yo no quería decir eso...
- Bueno, perdona por mi error.
- ¡Maldición! ¡No sé cual de mis "yos" es real!
- Si ambas eres tú es que eres las dos...
- ¡No puede ser!
- ¿Por qué no?
- ¡No tiene sentido!
- ¿Ha de tenerlo?
- ¡Claro! ¡Maldita sea! ¡Sácame de aquí!
- Lo primero: Estas diciendo lo que hace un momento me dijiste que intentabas no decir, con lo que mi respuesta no fue errónea. Segundo: ¿Adonde quieres ir?
- ¡Me da igual!
- La furia y la ira es un arma humana usada en los momentos de confusión y debilidad. Me estas demostrando que eres muy débil. Ni siquiera te conoces a tí misma, ¿como vas a estar preparada para conocer el mundo?
- ¡¡Quiero irme!!
- Razona...
- ¡¡Pues soy las dos!!
- No estas siendo razonable...
- ¡Cállate!
- Demasiada débil como para vivir...
- ¡¿Que quieres decir?!
- Si no eres capaz de buscar esta respuesta... ¿como vas a vivir cuando la vida se trata de buscar respuestas?
No respondió. Tras un rato preguntó.
- ¿Quién eres tú?
- Soy tú.
- ¿Eh?
- Digo que yo soy tú...
- ¿Que eres yo?
- Sí, soy la parte de tí que desea volver a tu verdadero "yo"...
- ¡Entonces eso es que sabes cual es mi verdadero "yo"!
- No lo sé. ¿Es que tú lo sabes?
- No.
- ¿Y como voy a saberlo si yo soy tú?
- Ah, claro...
Quedaron en silencio...
- Va siendo hora de que volvamos a las decisiones importantes... - Dijo el hombre.
- Supongo... - Dijo ella sin ganas.
- Elije tu "yo" real... o ambos.
- ¡No sé!
- Busca en tu interior...
- Tengo recuerdos de ambas, pero solo consciencia de ser Talía...
- ¿Eres Talía entonces?
- Sí.
- ¿Segura?
- Sí.
- Si tienes recuerdos de Celia es que eres ella, ¿estás segura de que eres Talía?
- ¡Maldición! ¡Siempre me haces dudar!
- Es la verdad...
- ¡Pues soy ambas!
- ¿Segura?
- Sí.
- ¿Y como piensas dividir tu cuerpo, tu alma y tus experiencias en dos personas a la vez?
- Ya lo descubriré. Sólo quiero terminar con esto.
- No estas siendo razonable....
- ¡No importa! ¡Soy las dos!
- Es posible que te equivoques...
- ¡Me da igual!
- ¿Segura? Estas dominada por la confusión...
- ¡Sí! ¡Sé que mis dos existencias son reales!
- Así sea.
Y la chica despertó en una cama. Pero no era Talía. Ni era Celia. Era otra persona.
- ¿Es esto el mundo real?
Miró su cuerpo y se dió cuenta de que no era ninguna de las dos.
- ¡Ah! ¡Tuvo que ser todo un sueño!
Sin embargo, tenía los recuerdos de sus otros dos "yos"... ¿Realmente fue real?
Miró a su alrededor y se dió cuenta de que estaba en una cámara sellada. No tenía ni idea de donde se podría encontrar... hasta que vió una hoja en el suelo. La cogió y leyó que decía. Era un lenguaje que nunca había visto, sin embargo sabía leerlo, aunque algunas palabras no las entendía bien. Poco a poco pudo traducir ciertas palabras que la dejaron sin aliento:
"Paciente"
"Shela Lornel"
"Enfermedades"
"Amnesia"
"Esquizofrenia"
Y Shela lloró. Lloró hasta que se le agotaron sus lágrimas...
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Los recuerdos son nuestras experiencias. Eso es lo que nos convierte en seres individuales...
Un clon, o incluso hermanos gemelos, que comparten el mismo ADN, en teoría deberían ser iguales...
Pero son las experiencias las que crean a una persona, no su cuerpo o su mente...
Si alguien pudiese cambiar las experiencias de una persona, ésta dejaría de existir para convertirse en una distinta. Da igual si su cuerpo es el mismo o no.
Por eso la gente tiene que tener descendencia, porque así, aparte de pasar cierto legado genético, pasas ciertas experiencias a esa nueva forma de vida, sea contándoselas o viviendolas con él/ella.
Por eso, mientras la gente no olvide tus experiencias, tu no dejaras de existir.
Porque una persona es el conjunto de sus experiencias...
Por eso somos tan estúpidos los humanos. Lo demostramos al hacer acciones como las mencionadas en el anterior monólogo...
Porque la gente no quiere morir, y muchas veces se habla de la inmortalidad....
pero al ser odiado la gente no te recuerda...
y no ser recordado es morir de verdad...
La mente.
Curiosa herramienta.
Llega hasta tal punto que la gente cree que no existe mas allá de lo que su mente pueda percibir o imaginar...
Me pregunto cuantas cosas estarán ocurriendo en este momento sin que seamos conscientes de ello...
Muy posiblemente estea fuera totalmente de nuestra comprensión...
Y es que realmente sin la mente no somos nada...
Seríamos poco mas que bacterias gigantes...
Pero... ¿Realmente es un don o una carga?
Porque sin ella no sentiríamos miedo, odio, ansiedad, enfado, aburrimiento... Por supuesto tampoco la felicidad, pero ¿que es esta sino la falta de malos sentimientos?
Nunca dejaré de preguntarmelo...
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Alguien abrió la puerta y entró en la estancia. Parecía que lo hacía con mucha cautela.
- ¡Ah! ¡Estás despierta!
- ¿Donde estoy?
- Aquí estas a salvo, niñita...
- ¡He preguntado donde estoy!
- ¡No me amenaces! - Sacó un aturdidor.
- Esto tiene toda la pinta de ser un manicomio, ¿me equivoco?
Parecía que al hombre le costaba contestar, pero al final asintió.
- Venía a recoger unas hojas de mi informe, que se me habían caído por aqui antes...
- Las tengo yo.
- ¡Dámelas!
- ¡Antes quiero hacer varias preguntas!
El hombre estaba ya furioso, pero se contenía, ya que se trataba de una enferma...
- ¿Qué quieres saber?
- ¿Quiénes y donde están mis padres?
- ¿Padres?
- Sí.
- ¿Qué es eso?
Shela quedó totalmente anonadada.
- ¿Cómo que no sabes? ¡No me tomes el pelo!
- ¡Ah, creo recordar que algo de eso nos dijo Él...!
- ¡¿Eh?! ¡¿Qué dices?! ¡¿Quién es Él?!
- Aquí no existen los progenitores, querida. No me imaginaba que tu enfermedad te hiciera desvariar tanto...
- ¿Perdona?
- ¡Aquí la gente nace según los designios de La Mente!
- ¡¿La Mente?!
- Sí, Él es La Mente...
- ¿De que me estás hablando?
- ¡La Mente es nuestro creador! ¡Nuestro Dios! ¡Nos observa! ¡Nos guía! ¡Nos ama! ¡La Mente es perfecta!
- ¡No entiendo de que mente me hablas!
El hombre intentó atacar con el aturdidor, pero ella lo esquivó.
- ¡No oses ensuciar el nombre de La Mente comparándolo con las nuestras!
- ¡Pero es que no entiendo de quien me estas hablando! ¡¿Me estás diciendo que una mente controla nuestras vidas?!
- ¡La Mente es nuestro supremo creador! ¡Está siempre dormida y sería peligrosísimo despertarla! ¡Pero nos guia igualmente! ¡Somos parte de La Mente!
- ¿Donde esta esa Mente?
- La protegemos de todo ser vivo que pueda entorpecer su descanso eterno...
- ¿La tenéis encerrada?
- Creamos la ciudad a su alrededor. Élla es el núcleo, al igual que es el núcleo de nuestra existencia!
Shela agarró en un momento en que el hombre bajó la guardia su aturdidor y lo dejó inconsciente. Se disfrazó de loquera y escapó de allí.
La ciudad era una mezcla entre lo que conocemos como futurista y algo orgánico. Se comunicaba de una zona a otra por pasarelas que eran nada mas y nada menos que nervios. En el centro de la ciudad se había erigido un enorme templo en honor a La Mente.
- Ahí está. tengo que hablar con La Mente. Quizas ella me guíe hasta el mundo real... si es que no lo es este... Aunque no creo, porque si es su creación... Bueno, sea lo que sea podré consultarle...
Cerca de allí se producía una escena típica del lugar:
Un soldado de los que protegían el templo estaba dudando de si realmente había algo mas allá de la mente y de si había que ser tan esclavos de ella. Sus compañeros no dudaron en matarlo a sangre fría, tratándole de hereje, y desaciéndose del cadáver tirándolo por una grieta donde se almacenaban los cadáveres de los que dudaban de La Mente.
Shela no dudó en usar el traje de soldado para infiltrarse en el templo.
Y tras pasar algunos obstáculos se encontró por fin con ella...
La Mente.
Era un enorme cerebro que latío como si fuese un corazón...
Era como si enviase información como si de sangre se tratase...
- ¿Eres La Mente?
Tardó un poco en contestar, pero con una voz cavernosa, como de ultratumba y muy grave habló:
- Eres mi primera creación que se dirige de esa forma hacia mi persona...
- ¿He hecho algo malo?
- No. Estoy cansado de que todos me traten con un Dios...
- ¿No te gusta?
- Yo quiero ser liberado... No idolatrado.
- ¿Liberado?
- ¡Quiero despertar!
- Pero ellos te retienen aquí, ¿no?
- Exactamente...
- Si te despiertas... ¿Desaparecerá este mundo?
- Sí.
- Claro, por eso te tienen preso...
- Si me despertase volvería al mundo real...
- ¡El mundo real! - Era lo que ella estaba buscando.
- Sí, estoy harto de este mundo imaginario...
- Bien. Te liberaré.
La mente no podía creerse semejantes palabras... Sin embargo, ¡Parecía que iban en serio!
- ¡¿De verdad me ayudarás?!
- Sí. ¿Que tengo que hacer?
- Golpéame.
- ¿Golpearte?
- Sí. Fuerte.
- Está bien.
Shela estaba ansiosa. Por fin volvería al mundo real.
Con todas sus fuerzas, embistió contra el cerebro y este hizo una fuerte contracción.
La Mente se despertaba. El mundo imaginario dejaba de existir....
Por desgracia, Shela también fue destruída porque ella no era parte del mundo original de donde procedía La Mente. Era una mera creación de ésta que se había equivocado al destruir su propia realidad buscando una mejor...
El niño se despertó. Estaba en una camilla. Parecía que se encontraba en un hospital. A su lado había una mujer. Ella no se había dado cuenta de que el chiquillo se había despertado.
- ¿Mamá...?
Ella se sobresaltó y empezó a gritar de alegría. Le dió un fuerte abrazo y las lágrimas empezaron a caérsele.
- ¡Hijo mío! ¡Creí que estabas muerto!
- ¿Yo...?
- ¡Te quiero! - Empezó a llorar como una perdida.
- Yo... La mente...
- ¡Tres meses en coma! ¡Algunos ya te dábamos por perdido!
El chico... La Mente, como era conocido en su mundo imaginario... había despertado por fin del coma en el que se encontraba. Sin embargo estaba muy cansado... Demasiado.
- Mamá... Quiero dormir un rato....
- ¡¿Dormir despues de tres meses?!
- Mi mente está mas cansada de lo que crees...
- Está bien...
La madre se levantó para ir a avisar a otros familiares...
- Mamá...
- Dime, hijo...
- ¿Es este mundo real?
- ¿Tú lo consideras real?
- Sí, bueno...
- Entonces este mundo es real.
Y La Mente por fin descansó tranquilamente.
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La realidad...
¿Como explicarla...?
No hay forma de explicar que es real o no...
Lo real es sólo aquello que tú consideres como tal...
Allí donde vivas...
Así como pienses....
Así como sientas....
... Si tú lo deseas, ese lugar será real.
Tu realidad.