Pues yo hará cinco años iba tan tranquilamente por un bosque de la sierra madrileña cuando, aprovechando el bonito día, me metí en una poza que cubría por la rodilla y me senté en una roca en medio del agua.
La cámara digital (una Cybershot) se escurrió del bolsillo y se cayó al agua.
Presa del pánico la encendí al instante. El display empezó bien pero luego se puso de colorines y la cámara se apagó.
Cada cinco minutos probaba a ver si encendía. No encendía. No encendía. No encendía...
Hasta que pasado un par de horas, sin más, volvió a encender. Primero sin display, y luego poco a poco fue recuperando el display, y en un par de horas más la cámara ya estaba funcionando a la perfección.
Increiblemente, la cámara a día de hoy todavía funciona.
Sirva esto como hálito de esperanza al amigo pspero del retrete.