alex120 escribió:En el año 2000, microsoft tuvo una idea. Como era su S.O podria hacer lo que le daba la real gana. Asi que en XP puso el IE. Esto suposo la muerte de la competencia (Netspace que creo recordar era de pago). Esto llevo a una multa por abuso de posicion dominante y un cartelito para elegir navegador.
Por aquella época Netscape se distribuía libremente.
Y eso de que en XP puso el IE..., el IE llevaba desde Windows 95, por lo menos. Si acaso extremadamente ligado al sistema desde Windows 98 (no sé/recuerdo si a partir de la Segunda Edición).
Y tampoco limitaba, ni mucho menos, el uso de otros navegadores. De hecho, la libre distribución de Netscape hacía que la gente se pusiese Netscape.
El problema estaba, más bien, en que a partir de X tiempo, la gente (nueva en uso de PC y no muy friki) no se molestaba en buscar alternativas y si tenía ahí la puerta de acceso a la red, con una e "saturniana", para qué buscar otra alternativa.
Y de ahí la posición dominante y requerimiento posterior.
Pero, vamos, ni había cerrojos, ni posición dominante, ni restricciones de ningún tipo. A muchos nos pareció una chorrada y nos sigue pareciendo. De la ignorancia de la gente, o de la no búsqueda de alternativas, o no de no tener curiosidad por alternativas, sólo estuvo la culpa en la gente.
Será porque yo empecé a navegar usando Netscape, pero nunca vi las restricciones de las que se hablaba. Si después elegía ese navegador era por el horrendo funcionamiento de IE y, ahí, sólo ellos tuvieron la culpa de eso.
Culpa que, ahora, que la gente (no experta) no parece conocer otra cosa que Chrome (bendito Google
), intentan lavar al más puro estilo "te molesto porque quiero" porque su trono se ha destronado en plan bestia, pero no sólo el suyo, sino el de Mozilla.
Cierto es que un sistema operativo tiene que poner fácil el manejo de un PC, que, al fin y al cabo, es su misión principal, pero no estaría mal que los sistemas, ante una duda de un usuario (¿con qué abro este archivo de texto?) deberían sugerir opciones más que usar una por defecto. Aunque eso sería una locura de proporciones épicas, sobre todo, volviendo a lo dicho anteriormente, con gente con escasos conocimientos.