En México la situación es delicada, el representante ejecutivo de nuestro socio principal empieza a desestabilizar las bolsas por sus comentarios respecto a México y el tema de los ilegales.
La broma de Hawkers es de mal gusto y el momento se prestó para generar un movimiento de odio hacia la marca por la situación.
Pero de esta situación no tiene la culpa ni Trump ni Hawkers, nuestra nación se tendrá que ajustar a las próximas negociaciones del TLC o buscar nuevas aperturas en Europa y Asia.
Respecto a lo del muro, ese tema va para otro hilo, por que movimientos poblacionales en busca de mejores oportunidades se dan en todo el mundo.