He ido a infinidad de bodas. Y solo en dos he sido testigo de momentos que he considerado vergonzosos:
1-Cortar corbata y liga de la novia e ir mesa por mesa pidiendo dinero. Recuerdo además que era el único que llevaba dinero encima y me tocó abonar (además del regalo) 50 € ¿en representación de mi mesa?
. ¿A santo de qué?
2-Llevar al novio al baño, desnudarlo y que la novia tenga que ir a vestirlo porque los amigos le dan a ella la ropa del novio.
No entiendo por qué hay que humillar a nadie en un día tan señalado y además delante de toda su familia, familia política y amigos.
Incomprensible. Por mucho menos yo me lío a ostias. Así de claro.
Lo de las bromas después de la boda es algo que ni conocía
.
Las únicas bromas que he vivido han sido en despedidas de soltero y con la total complicidad del novio que se ha prestado a disfrazarse o cualquier gilipollez que se le haya ocurrido a la tropa.
Si algún día me caso no quiero despedida de soltero, ni me apetece, ni la necesito ni me voy a dejar hacer putadas porque no me sale de los cojones que me humillen. Y si invito a alguien y hace el imbécil en la boda una de dos: o lo sospecho antes y no le invito (¿para qué si no se sabe comportar?
) o me levanto, voy a la mesa y le pido sin ninguna amabilidad que abandone el local porque está estropeando mi boda y no quiero soportar sus impertinencias. Ya no tengo edad para según que gilipolleces....todo tiene su momento y su lugar. Y en la boda, no se hace el imbécil. Como mucho un "que se besen" y ya. Más me tocaría los cojones.
Si alguien me tirase arroz, yo le tiraría mi puño en la cara. Se que soy radical pero jamás he tirado arroz a nadie porque me parece una putada. Si no me gusta, a mi novia tampoco, avisamos que no lo hagan y viene un menda y me tira arroz, ¿le río la gracia?.
Repito: hablo de adultos. Hay que saber comportarse.
Edy escribió:Pues precisamente hace unos meses me habria gustado abrir un hilo para comentar el tema de las "INVITACIONES" que en realidad son una "PUTADA", porque el concepto de invitar pasa a ser, ... paga una pasta o te mirare con mala cara el resto de mi vida.
El tema de las invitaciones, ha pasado de ser algo que antiguamente podia tomarse como algo que celebrar y que no te salia demasiado caro, a sencillamente dejarte medio jornal para sencillamente pasar un dia cansino, que muchas veces lo pasas con desgana y ademas comes de pena o ni comes.
Las experiencias de la mayoria de las bodas son cuanto menos peculiares, pero me gustaria que algunos a parte de bromas (que para mi, la invitacion ya es una broma pesada ...) es comentar que os parece tener que poner pasta por que te inviten.
Mal.
Hay gente que entiende la boda como un negocio, no ya los novios que depende, todos los locales por definición. Invitan a más gente de la que querrían realmente invitar porque a partir de 200 invitados sale más barato el cubierto y cubren gastos con la generosidad de los invitados (aunque alguno luego se llevará desagradables sorpresas
).
A mi no me ofende que no me inviten a una boda. Eso que me ahorro. Enhorabuena y que dure. Y si mi invitan suelo ser generoso, pero siempre he sido generoso, no solo con bodas. Eso sí, si detecto que la persona me invita para hacer el negocio o me sugiere una cantidad determinada (ha llegado a ocurrir esto último) le regalo un mojón. Por ir de listo. Es algo que casi se presupone, pero no me hagas sentir obligado o me lo digas abiertamente porque entonces, como me va a sentar mal, te daré lo mínimo. ¿50 pavos?
Odio las bodas que vienen con el número de cuenta. Me parece de mal gusto. Entiendo la utilidad, pero parece una extorsión más que una invitación. Paso por el aro o doy un sobre con dinero. Normalmente lo segundo porque la transferencia o ingreso me parece muy frío. Se queda, se toma algo y se da un sobre con dinero.
Lo que me gusta es regalar algo a los novios. Algo que sea bueno, útil y que puedan conservar. A mi hermana por ejemplo le compré una tele de 40" cuando una tele de 40" no era algo muy extendido y costaban un pastizal. Fue un esfuerzo, pero todavía la conservan y les vino muy bien. Más personal que dar dinero y más detallista.
Si no me he casado todavía es porque me gustaría invitar a bastante gente (tengo mucha familia). E invitar de verdad. Pagar yo la boda. Comer jamón ibérico y merluza en salsa verde. Barra libre en un sitio bonito. Poner autobuses para que la peña no se pierda y se embolingue, dar puros y pasarlo de coña. Pero eso vale una pasta. Y me importa una puta mierda si la gente me cubre o no el cubierto. Porque
para mi invitar es eso: fondo perdido. Si invito no lo hago jamás pensando en la recompensa. Lo hago si quiero y si puedo. Me den o no regalo. Lo he hecho en mi cumpleaños y en cualquier ocasión sin venir a cuento. Si invito es porque quiero que esté esa persona y pasar un buen rato con ella sin que se preocupe de nada. Nada más. Y no quiero que se sientan obligados a darme algo. Su mera presencia me haría feliz. Y el hecho de haber podido invitarles. Porque eso significa que habría podido pagarme la boda.