Nintendo 3DS sigue siendo el tema principal de la feria, el "¿lo has probado?" y el "wow" más escuchado en cualquier corrillo. Desde un Warren Spector visiblemente emocionado en la entrevista de esta mañana hasta cualquier directivo, desarrollador o asistente en general.
La nueva portátil aún congrega colas interminables y cada demostración en el stand de Nintendo es capaz de aportar algún detalle novedoso respecto a la experiencia que ofrecerá cuando esté a la venta (probablemente a comienzos de 2011). Quedaban cantidad de 'demos' por ver y jugar, ahora aquí comentadas:
Ridge Racer: Sigue la tónica de Mario Kart o StarFox: siempre que el juego se desarrolla de forma frontal, es más fácil apreciar el la profundidad y destacar el elemento protagonista sobre el fondo. En este caso, el coche ‘culeaba' en las curvas intentando salir de la pantalla en un efecto casi hipnótico. Con un estilo de conducción arcade fiel a la serie, recorría aún en solitario unos escenarios bien definidos y variados, con cierto relieve en las texturas de montañas y paredes y más sensación 3D al pasar cerca de un obstáculo. Era de los pocos jugables.
Paper Mario: La autoparodia llevada al máximo. Un juego que siempre se ha reído de su condición plana y de otros títulos poligonales ahora mantendrá sus cartones pero tendrá detalles muy apropiados. La profundidad del escenario era más ligera, pero las pegatinas que se levantan de una esquina o los enemigos que saltan a la pantalla cuando mueren aprovechaban la sensación tridimensional. Por lo demás, una delicia que parecía bien avanzada por la variedad de situaciones mostrada.
Demostración Cámara 3D: Una de las ‘demos' técnicas dejaba tomar una foto con la cámara 3D de dos lentes incorporada en la consola. La empleada al cargo nos invitó a poner nuestra propia cámara de trabajo por delante de nuestra cara, para que después apreciáramos la profundidad. Había un deslizador de profundidad en el software, independiente al de la consola, que aumentaba o disminuía un efecto por otro lado aún no muy convincente.
Demostración realidad aumentada: De las más espectaculares. Una cartulina con la forma de un bloque sorpresa posada sobre una mesa. Con la consola debes escanearla y el juego generará un elemento virtual sobre lo que aparece en la realidad. Además, dependía de la postura de la cartulina. En nuestro caso, con la cartulina en horizontal se generaba un agujero ficticio sobre la mesa, con varias dianas a las que acertar moviéndose con la consola cual visor de disparo. Realidad aumentada y pantalla 3D se daban la mano más fuerte cuando la última diana estaba dentro del agujero, requiriendo que el jugador se asome literalmente con la consola e intente atinar. Pero no quedaba ahí, pues a continuación presenciamos cómo la mesa se recomponía para ahora emplear técnicas de 3D "hacia fuera": un dragón primo del de Super Mario Galaxy 2 protegía un nuevo conjunto de dianas, así que nos soltamos la melena y comenzamos a rodearle cómo si realmente hubiera algo sobre la mesa, con las risas de los presentes. Te disparo flechas por aquí, me agacho y te atino en la garganta, me inclino a tu lado para ver la última diana... Visto desde fuera es tan ridículo que demuestra lo divertido que es desde dentro. Personas que se mueven alrededor de algo que no existe porque además, ahora, sienten más que nunca que están tras ese cristal mágico y casi intentan cogerla con la mano.
StarFox 64: Otro de los jugables. Y de los más impresionantes, sin ninguna duda. El arwing flota delante de los ojos y la profundidad de disparo es una realidad. El ‘remake', con muchos más retoques que el de Ocarina Of Time en estos momentos, nos llevaba sobrevolando los campos de Corneria con un detalle nunca visto en agua, montes o enemigos. Por cierto, estos últimos se apuntaban a la fiesta 3D, y cuando hacían la típica entrada o salida de plano en la que llegan a estar por delante de Fox, salían de la pantalla más que él. El control está algo cambiado y nos dejaba aprovechar el nuevo joystick de sorprendente suavidad. Junto a Metal Gear o Kid Icarus, StarFox es de los juegos que mejor demuestran de qué va el invento.
Steel Diver: Un simulador de submarinismo en toda regla. Miyamoto nos explicó que estaba ya terminado, pues partió como demo del control de Nintendo DS hace años. Como simulador es ciertamente complicado, con controles de velocidad, inclinación y órdenes para sumergirse o emerger en la pantalla táctil. Más difícil se hacía cuando las unidades de 3DS no contaban aún con lápiz táctil y tuvimos que jugar con nuestros imprecisos, nerviosos dedacos. Respecto al efecto visual, en este caso era más notorio en la profundidad de los muros de roca subacuáticos, y no tanto en el submarino en sí. Un juego para pros.
Dejamos para una última entrega al amigo Pit que sabe salirse de la pantalla como nadie para surcar los cielos del Olimpo, a las demostraciones sorprendentes con los juegos de la NES, a Link y Epona o a nuestra propia cara hecha enemigo lanza-besos.