Estirada en el suelo con la mirada perdida en el cielo, sus lágrimas se mezclaban con las frías gotas de una fina lluvia que cesaba gradualmente.
- Ya se ha acabado ... – Parecía como si su agonía fuera algo secundario.-
Él, con el rostro desencajado por el dolor de las palabras que acababan de salir de su boca empezó a llorar con un llanto tremendamente doloroso e entristecedor, abrazándola con la cara encima de su pecho como si quisiera sincronizar su corazón con el suyo.
- No llores, sé fuerte. La lucha ha acabado la humanidad renacerá.
La lluvia cesó, y las nubes lentamente se iban dispersando dejando paso a los fríos pero bienvenidos rayos de luz hibernales reflejando un paisaje hurbano absolutamente desolador.