Debido a que el foro de Ps2, salvo un par de hilos, parece un cementerio (por la poca actividad que hay), he estado durante un tiempo deambulando por el rincón del eoliano, ya que ahí hay mucho más movimiento y quería distraerme por ahí. El problema es que ahí pasa todo lo contrario, hay demasiada actividad y es un mareo. Por lo que veo, ahí se meten los usuarios más adictos a los foros, los que necesitan estar prácticamente durante todo su tiempo libre conectados a EOL.
Aparte de esto, por esa zona siempre acabo cruzado con algún usuario, siempre acabo con ganas de desaparecer de aquí por el motivo que sea. Pero ahora procuro controlar esos impulsos autodestructivos de impotencia, y no pienso volver a cometer el grave error que cometí cuando borré todos mis mensajes. Ahora lo que hago en esas ocasiones es dejar de visitar los foros temporalmente, para olvidarme de todo y serenarme.
Así que, a pesar de lo muerto que está, me quedo con la tranquilidad del foro de Ps2, ya que aquí hay un ambiente digamos más familiar. En cambio, allí hay tanta gente que todo es muy frío, distante y mareante, así que poca cosa haré en el rincón del eoliano. Además, para mí el foro de Ps2 siempre será "el foro". Quiero decir que, en el foro de Ps2 fue donde escribí mi primer mensaje en esta comunidad, donde empecé a moverme, y lo más importante, donde contacté con los usuarios que más aprecio como compañeros, con los usuarios que me han apoyado, que han sabido perdonarme alguna desacertada forma de actuar, o que con ayuda de una sola frase me han dado fuerzas para seguir aquí, en momentos que fácilmente me hubiera retirado.
Bueno, ahora vayamos al asunto. Hace unos días que he completado un juego, que no os diré cuál es, porque al mismo tiempo que lo he jugado he estado escribiendo un análisis, así que ya descubriréis cuál es en el momento en que plante el análisis. De momento os dejo con el misterio, jejeje. Prácticamente sólo falta añadir las imágenes, pero no sé cuando lo acabaré. Os adelanto que me ha encantado descubrir este juego, y ya se ha convertido en otro de los que más aprecio. De momento os daré algunas pistas: Es un juego corto pero inolvidable, tan adictivo como retador, tan entrañable como desenfadado, a veces hilarante y a veces emotivo...