Lo veo atractivo y un buen homenaje, pero las caras de los personajes dan sida.
Normalmente los juegos modernos estilo retro ya me chirrían porque hacen cosas, por ejemplo, como aplicar un estilo manga en un ordenador de los 80, cuando hacer cosas occidentales de estilo manga fue una cosa más de mediados de los 90.
Pero lo de esas caras se sale de los topes porque parecen sacadas del Bonanza Bros, cuando se supone que son juegos serios.