Cuanto más tiempo tiene un recuerdo más probable es que sea falso. De hecho, cuanto más vívido lo recuerdes más probable es que sea falso. Para un adulto medio, más de la mitad de los recuerdos que tienes de tu infancia son inventados.
Esto sucede porque el cerebro reescribe las memorias al recordarlas. Y al hacerlo añade como recuerdo información circunstancial de lo que esté pasando por tu cabeza en ese momento. Además, cuanto más antigua es una memoria, más probable es que falte información, y el cerebro tiende a rellenar esa información con lo que le conviene. Y esa invención acaba escrita como memoria. Por eso cuanto más recuerdas un evento antiguo, más nítido es. Pero todo eso es inventado.
Y esto no sólo aplica a memorias antiguas. Es extremadamente fácil manipular los recuerdos de los testigos, especialmente en situaciones caóticas. Hasta el punto en el que los testigos aseguran ver y oír cosas que no han sucedido.
Lo que sabemos sobre dejá vu y similares es poco, ya que al ser arbitrarios y poco frecuentes son difíciles de investigar, pero lo más probable es que tenga que ver con estos mecanismos. No es que recuerdes o sepas lo que te va a decir sino que tu cerebro cree que lo que va a decir ya lo has escuchado, y reinterpreta la escena y las memorias acorde a lo que está pasando.