Vamos a ver, que las palabras bonitas en boca de alguien que se dedica a vender siempre tienen su intención. No seamos tan tontos, que este mensaje de paz y amor está claro que es una estrategia comercial, como todo lo que dicen los representantes de todas las compañías.
El asunto viene de que el poder adquisitivo de la gente que consume videojuegos no es el mismo que el de hace unos cuantos años. En primer lugar, porque los niños que teníamos que elegir entre Sega y Nintendo ya estamos creciditos y, los que tenemos suerte, tenemos trabajo. En segundo lugar porque a los adolescentes de hoy en día se les permiten muchos más caprichos (solo hay que comparar sus modelos de teléfono móvil con el mío).
Visto esto, el antiguo modelo de competencia en el que querían crear fanáticos de cada sistema, porque era probablemente el único que podrían permitirse adquirir, ya no interesa. Ahora interesa que toda la gente que puede permitirse comprar más de una consola, también quiera hacerlo. Porque ahora tenemos a un tío que tiene una PS4 y se podría comprar también una XBox One, pero no lo hace porque "Microsoft apesta" (vale lo mismo con cualquier combinación de Nintendo, Sony y Microsoft). ¿Por qué voy a tener solo la mitad del pastel cuando puedo compartir también un buen trozo de la otra mitad?
El "fenómeno fanboy" ha sido siempre alimentado por la industria, pero ahora ya no interesa y se dedican a salir todos diciendo que la competencia también es genial y que no hay que ser así. El monstruo lo han creado ellos y ahora no saben qué hacer con él.
Dicho esto, que conste que a mí lo de ser radical no me parece buena idea, de hecho me parece absurdo que la gente se altere tanto por tener una u otra consola, pero tampoco lo es que nos dejemos comer el tarro pensando "qué sabias palabras, qué buena gente es este tío", cuando lo que quieren es que te dejes la pasta en todas las consolas del mercado.