Poema Nocturno.

La noche cae dulcemente sobre mi cama
Y las sombras azules me acompañan.

Me siento triste y solo
Con la luz de la luna como única sábana
Una sábana fresca y dulce
De purísima seda blanca.

El crepúsculo dejó su halo de tristísima belleza
Para deleite de mi alma de Poeta
La noche, por fin, ha llegado
Para adornar mi tristeza.

La adorno yo de versos y sueños
Y de imaginarios besos
La adorno de caricias, de poemas
Y de imposibles anhelos.

Escucho las sombras
Por si escondieran deliciosos secretos
Y exploro el firmamento
Buscando el lucero eterno de mis ancestros

Me dedico a pasar asi las noches
Por que no entiendo de vicios y bares
De callejeo absurdo
Que envilece el arte.

Me dedico a cultivar un poema
Que dedico con devoción a la Luna
Mi hermana secreta
Mi hermana eterna.

Una hermana que ha sido testigo
De mis amores imposibles,
De mis amores secretos
Y de mis lágrimas en silencio.

Por que del Amor siempre he sido esclavo
Esclavo enamorado
De los besos más dulces
Y de los más dolorosos desengaños.

Por que los que amamos con pasión
Estamos condenados
A nunca tener bastante
A siempre pedir demasiado.

A veces pido demasiado
A veces te hago daño
Por que tengo la razón perdida
De un loco enamorado.

Perdóname este fuego
Del que eternamente soy esclavo
Perdóname si puedes
Ya que el destino nunca me ha perdonado

Y aunque soy el rey de los errores
El vasallo de la impaciencia,
El discípulo del egoismo
Y el esclavo de mi mismo.

Intento romper las cadenas
Que me atan a los errores
De los que todo ser humano debe aprender
Para poder, y saber, querer.

Asi la noche pasa a mi lado
Con mi mente puesta en estos versos
Que intento llenar de hermosura
Para hacerlos eternos.

Y mientras la noche me hace soñar
Que el Amor me espera junto a la esquina
Un nombre hace que me emocione
Y sueñe con cierta chiquilla.

Ese nombre, por supuesto, es...Cristina.
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