El Wiimote y el Nunchuk han mostrado con creces su lado bueno y el malo. En la parte mala, destacan la escasa precisión que tienen en algunos juegos (no todos, pero el hecho de que Nintendo vaya a fabricar los motion-plus indica el fallo) y la dificultad de adaptar a la Wii contenidos de multiconsola. En la parte positiva, una experiencia de juego más intuitiva y rápida, que -para mí- destaca en algunos shooters (Metroid 3 o CoD 5, el CoD 3 fue espantoso) y en los juegos "naturales" de la Wii, como el Wii Sports.
Pero criticar la accesibilidad del Wiimote como causante de los cien mil Imagina Ser Palanganera es como criticar la industria del plástico por permitir el nacimiento de Barbie. Por otra parte, hoy no hay consola que se libre de la cacacasualidad, ayer tampoco. Al Jeopardy de la SNES me remito, pero ya el C64 tuvo una edición del Trivial. Y el Monopoly está disponible para todas las consolas, no nos engañemos.
El nuevo mando no parece añadir nada al Wiimote, de manera que puede quedar reducido a raqueta o volante; la ausencia de control equivalente al Nunchuk lo hace inviable para shooters, salvp la especialidad "sobre raíles", que personalmente odio. ¿Tendrá botones analógicos, la asignatura pendiente del Wiimote? ¿Tendrá una sensibilidad decente? Tal vez sea un buen punto de partida para que las empresas imiten lo bueno que ha tenido el mando de Wii, como hicieron en el pasado con los mandos tradicionales.