Me pillaría un trauma enorme y supongo que no sabría reaccionar. O no me lo creería.
No tengo cosas pendientes que hacer, porque siempre vivo consciente de que puede que no te levantes a la mañana siguiente. Así que procuro decir lo que siento que debo decir en cada momento y no encontrarme una situación de "Oh, Gumersindo ha muerto y no pude declararle mi amor".
Lo más viable al final sería ponerme hasta arriba de pastillas para que no me dé un síncope, meterme en la cama a dormir y ya se verá. Si me tengo que morir, que sea tranquilamente, al menos.