Refloto el hilo, que he estado de vacaciones y no he podido contestar.
indah0use escribió:Referente a los edificios... una ciudad grande suele tener de todo y respecto a una mas pequeña pues es normal que por numero de habitantes haya mas edificios concretos en distintos puntos de esa ciudad. No es por envidia de tu tienes uno pos ahora hacemos nosotros cuatro...
Hombre, claro que no es por envidia, pero cuando llegas de fuera te sorprende (y te agobia). Más que nada porque es una ciudad ingobernable, ni la gente que vive en ella conoce dónde están las cosas.
indah0use escribió:Referente a las escaleras de El corte ingles... hay gente de todo tipo, ya lo sabemos.
Por supuesto. Pero no me negarás que si cometes el error de quedarte a la izquierda en el metro, hasta el más educado te echa una mirada asesina.
indah0use escribió:Si en tu caso,el individuo no pidio permiso para pasar, es un maleducado, pero normalmente cualquier escalera mecanica tiende a ser pesada para nosotros, ya que en Madrid hay cientos de ellas y el transeunte tiende a intentar que ese sufrimiento se pase cuanto antes subiendolas.
Tu explicación me parece muy correcta, de hecho yo comprendo que eso ocurra. Yo me limitaba a señalar rasgos comunes, no pretendo meterme con nadie.
indah0use escribió:Referente a la nieve... pues de nuevo discrepo ya que en Madrid rara vez se ve nevar. Es mas, a parte de la gran nevada de este año en practicamente toda la peninsula, no recuerdo una nevada semejante desde diciembre de 2000 (las tengo apuntadas).
Como ya te han comentado, vosotros podéis ver nevar cada pocos años; nosotros podemos llegar a viejos y no haberlo visto jamás.
NaNdO escribió:LadyStarlight tu no sabes lo que es gente con prisa hasta que vas a Paris
Aquí llevas razón: en Madrid todavía no he visto a la gente corriendo por la calle mientras se come un sandwich (así es la forma de almorzar del parisino, por lo que he podido comprobar).
Pero sí que hay una cosa que me pone mala de Madrid: el habitante de Madrid ha decidido que para ir de A a B el camino más corto es la línea recta... y si en esa línea estás tú se te llevan por delante. Supongo que es cuestión de comportarse de la misma manera y ya ni te das cuenta, te acostumbras a los empujones y ni los sientes. Pero os aseguro que para el que llega de fuera es de lo más estresante. Aunque es curioso, acabo de estar en Viena y aunque son muchos menos habitantes, hacen exactamente lo mismo.
Ah, otra cosa, mi padre aprendió a conducir en Madrid. Creedme, fue hace 30 años, pero todavía se le nota.
Por último señalaré otras dos cosas que me llaman la atención y que cada vez que las experimento recuerdo por qué he decidido no vivir en Madrid. Primero, hay gente en todas partes: para aparcar hay que hacer cola; para comer hay que reservar mesa... Y segundo, antes de ir a algún sitio, hay que planificar el camino.