La verdad es que no me acuerdo y me gustaría acordarme. Supongo que no fue nada espectacular, si no lo recuerdo. Supongo que lo guardaría para ir tirando el resto del año (ya que en verano iba, desde los 14 a los 18 años, a currar con mi padre de pintor).
Mi primer trabajo fue en un telepizza, en cocina (haciendo las pizzas y pillando pedidos por teléfono) y si que recuerdo que cuando cobré, el primerísimo uso que hice del dinero fue echar gasolina e irme por primera vez yo solo a un bar gay en Madrid. Recuerdo esa noche punto por punto como si hubiera sido ahora, todas las sensaciones, la aceptación y el autodescubrimiento. Donde aparqué, el lugar al que fuí, la bebida que pedí, todas y cada una de las conversaciones que tuve. Lo recuerdo todo.
Y han pasado ya 15 años. Ni más ni menos.