A mí tampoco me gusta, la verdad es que me gustan pocas bebidas alcohólicas.
De todas formas, cuando tengo mucha, mucha, mucha sed sí que llega a apetecérseme un traguito, que suelo buitrear a alguien que tenga cerca porque no soy capaz de tragarme un vaso yo sola (sólo lo he hecho una vez en mi vida y porque me invitaron o algo así y no quise hacer el feo de pedir otra cosa).