"Sueños de Amor" Cáp.13 “La competición”

Como todos los años, con el cenit del verano, llegaron las competiciones y los torneos deportivos. El equipo de Laura jugaba muchos partidos fuera de la ciudad… y debido a la naturaleza del equipo, un equipo juvenil, debieron realizar todos sus desplazamientos por carretera. Por lo que durante un mes casi no vi a Laura. Pues si no estaba en el autobús, estaba descansado, pocas fueron las tardes que pudimos compartir.

No obstante durante ese tiempo tuve poco tiempo para pensar en ella, entrenabamos duramente para la competición de verano de atletismo. Que seria definitiva para elegir a los representantes, para participar en la competición nacional. En el equipo era palpable la tensión… Carlos y Antonio seguían con su particular vendetta, compitiendo entre ellos dos, en todas las pruebas. El entrenador no nos dejaba descansar ni un instante. Estaba decidido a que el equipo formase parte de la delegación provincial en nuestra categoría, la sub. 19. Este era el último año en que participaríamos en dicha categoría.

Con tristeza tuve que suspender las escaladas con Luis, en las que poco a poco iba destacando, para poder descansar en los pocos días libres. Decir tiene que el y Susana estaban muy felices juntos. A Susana la pierna se le curaba con rapidez y ya solo necesitaba usar un bastón.

A final de mes… justo cuando laura terminaba su liga donde quedaron en un meritorio segundo puesto, mi equipo iniciaba el viaje al estadio de una ciudad cercana, donde se llevarían a cabo las eliminatorias…

El viaje fue muy tranquilo, fueron unas 5 horas que se pasaron jugando a las cartas, pero una vez allí, todo fue agitación… en un solo estadio nos reuníamos casi 1000 jóvenes de toda la comunidad. En sus diferentes categorías y sexos, pues aunque en un número más reducido, el género femenino tenía una gran participación. Como es lógico los chicos de mi equipo se entusiasmaban con la idea de ligar, pero yo solo tenia en mi corazón a Laura.

El primer de día de competición no pudo ser más decepcionante. En las pruebas cortas quede en puestos poco meritorios. El resto del equipo excepto Fran se clasificó para los 100 y 200 metros. Por la tarde no tenía que participar en ninguna prueba pues se corrían los relevos y yo no formaba parte del equipo en esa modalidad. Como ya me conocía la ciudad de otros años fui a mi lugar predilecto. Un pequeño parque cercano a los alojamientos. No era un parque moderno, sino muy clásico y exuberante, era un magnifico lugar para pasear y descansar tanto física como mentalmente de las pruebas del día...

Tras pasear un rato a solas, me senté en un cómodo banco de madera, el sitio me gustaba pues sobre el banco se inclinaba una vieja encina que lo cubría con sus hojas y confería un ambiente húmedo y acogedor al que se sentaba allí. Me perdí en la tranquilidad de aquel lugar, pero unos llantos cercanos atrajeron mi atención… Me asome a través de las ramas de la encina y pude ver a una chica llorando. Era muy joven, quizás tendría 16 años, de pelo negro y tez bronceada, iba vestida con un chándal negro, y llevaba del cuello la acreditación que nos daban a todos los que participábamos en la competición. En silencio me acerqué a ella.

-¿Te ocurre algo? –Pregunte cuando estaba cerca de ella- ¿Puedo sentarme?

-Si- no se a cual de mis preguntas respondía pero me senté a su lado-

-¿Dime te han ido mal las pruebas?- pregunte en un susurro-

-Si, soy un fracaso….-Contesto ella entre sollozos- Este es mi primer año y he quedado ultima…
-Pero que dices… -Conteste para calmarla- en mi primer año yo también fui ultimo… eso no debe molestarte si has dado todo lo que has podido.

-Pero mi novio me vio… vio como llegaba ultima… me moría de vergüenza –Contesto ella- Estaba allí en las gradas…

-Vamos, Vamos, seguro que no le importo, además tu novio tiene suerte de tener una chica tan hermosa –le susurre- Mi novia no ha podido venir a verme… ¿Dime tienes nombre?

-Luisa… ¿Y tu? –Contesto ella-

-Víctor –dije mientras miraba el reloj- empieza a hacerse tarde, Vamos te acompaño a tu pabellón.

-Vale- dijo poniéndose en pie-

Juntos, caminamos por aquella ciudad, mientras el sol anochecía. Llegamos al Pabellón femenino y frente a las puertas había unas chicas que se alteraron al ver a Luisa.

-¡Luisa como se te ocurre desaparecer así! –le espeto una de ellas-

-Y ahora apareces de la mano de un chico… ¡tendrá cara!- dijo otra-

De entre las chicas surgió un hombre bajito y calvo, sin duda era el entrenador…

-Luisa… ¿Dónde estabas? –Pregunto el hombre enfadado- Sabes que no puedes salir sola… estábamos preocupados, ¿Tu quien eres?.

-Me llamo Víctor soy del equipo masculino –Conteste enseñando mi acreditación- Encontré a Luisa mientras paseaba...-

-Muchas gracias –Contesto el entrenador- Luisa esta a mi cuidado…

Me despedí de Luisa deseándole suerte en la competición y me dirigí al pabellón masculino donde me esperaba una cama para descansar…