Un día, coges, sientas a tu pareja enfrente tuyo y le hablas de esas mismas cosas que te están pasando por la cabecita ahora mismo sin tener ningún reparo a utilizar ninguna expresión, que es algo que se te está pasando por la cabeza y es algo que le estás contando a la persona que, en teoría, está más preocupada por tu bienestar personal.
Muchas de estas cosas ocurren porque tienes miedo de que éso vuelva a ocurrirte y, en ocasiones más elevadas de las que crees, ésto acaba en una paranoia continua que provoca que la otra persona se acabe cansando de tus desconfianzas y se haga realidad la situación que ahora mismo quieres evitar.
Por otro lado, piensa que volver a una relación anterior puede dar cosas peligrosas, y una de esas cosas es ésta. Supera estos miedos, dile las cosas claras y quítate presión de la cabeza. Con el tiempo verás cómo toda esa presión desaparece y cómo tu pareja te parece cada día un poco más guapa.
Ánimo y a por ello.