California modifica sus leyes para permitir el vehículo automatizado Google augura que será de uso común en carretera en una década
Cada día es menos un producto de película y más una realidad. Las carreteras de California podrán tener sobre su pavimento coches sin conductor (que no requieren la intervención del ocupante) después de que el gobernador del más poblado de los Estados Unidos firmase este miércoles la ley que lo permite. “Hoy estamos viendo la ciencia-ficción convertirse en la realidad de mañana”, declaró el gobernador Jerry Brown, quien llegó junto a Sergey Brin —cofundador de Google— a bordo de uno de esos coches a la ceremonia de la firma de la ley, que se realizó en la sede central del buscador en Mountain View (en la bahía de San Francisco). California da así el impulso a una iniciativa ya en vigor en Nevada y Florida.
Desde el año 2010, la compañía de Internet ha estado trabajando en tecnología y equipando coches —Toyota Prius, en su mayoría— con complejos sistemas de radares, ordenadores y sensores que usan mapas para guiarse por las carreteras con el fin de hacer realidad una quimera.
“Cualquiera que entre al coche y se dé cuenta de que nadie lo está conduciendo se va a poner un poco nervioso, pero se le pasará”, bromeó el gobernador. La nueva legislación, que entrará en vigor el próximo año y ha sido respaldada por el senador estatal Alex Padilla, permite que los coches sin conductor se desplacen por vías públicas en calidad de prueba, siempre y cuando dentro del vehículo y detrás del volante vaya un conductor con carné de conducir en vigor que pueda tomar el mando en caso de que sea necesario.
El Capitolio de California, a través de la ley SB 1298, ha dejado saber a las autoridades pertinentes (patrullas de carreteras y departamento de tráfico) que deben de efectuar cambios en sus regulaciones para adecuar la nueva realidad (matrículas que informen de que se trata de un coche sin conductor o determinar de quién es la responsabilidad frente a un accidente) a las normas ya existentes. Francisco Valencia, directivo de la aseguradora Línea Directa en España, afirma que “la responsabilidad civil recaería sobre el propietario del vehículo y en, en consecuencia, su compañía de seguros”. “Pero la aseguradora podría dirigirse al fabricante”, añade. Es esta posibilidad la que frena a la industria a apostar por esta tecnología, según Teresa de Pedro, directora de un proyecto del CSIC para el desarrollo de un vehículo completamente autónomo.
Frente a estos temores, Raj Rajkumar, responsable de dos proyectos de colaboración entre General Motors y la Universidad de Pittsburgh, cree los accidentes se reducirían si un ordenador tuviera el control del vehículo. “La mayoría se deben a errores de personas, por distracciones o somnolencia”, afirma. Lo mismo opina Jorge Castellanos, coordinador de movilidad del Real Automóvil Club de España (RACE). “Va a proporcionar seguridad, disminuirán los siniestros y mejorará la movilidad. Un coche cuantos más automatismos tenga, mejor”, asevera.
“Es un área de trabajo fascinante que además tiene el poder de cambiar la vida de las personas, que es lo que realmente me atrae del proyecto”, declaró Brin, que ayer llevaba puestas otro invento en pañales: las gafas Google, que están dotadas de una cámara y un miniordenador que provee mapas o fotos. Según Google, la utilización futura a gran escala de estos vehículos permitirá, por ejemplo, que vayan solos en coche personas ciegas (un vídeo de Google colgado en YouTube muestra a un ciego yendo de compras en uno de estos coches); que aborde un vehículo quien haya tomado unas copas de más sin peligro de sufrir un accidente o lograr un tráfico más ordenado y menos congestionado (dicen en Google que el hecho de que los coches puedan ir unos más pegados a otros debido al sistema de sensores bajará notablemente los atascos).