Vertical. Esta consola parece un sueño de Stanley Kubrick y el monolito de 2001. Es fundamental no romper esa ilusión que, además, le da más carácter. Nunca he tenido una en vertical, por cierto. Me gustan más en horizontal pero aquí es como que todo se acopla estando hacia arriba.
Por otra parte, me sumo a esas viejas experiencias de televisiones de 20 pulgadas en la habitación, las SuperNintendo de turno, los cables que catapultaban las consolas hacia la estratosfera, el sonido de los casettes del Amstrad y la primera vez que jugué a Resident Evil 1.
Ahora..., tengo una televisión oled de 55 pulgadas. Me compraré más pronto o más tarde una de 65 o 70, estoy pensando pillar un volante... El vicio sigue, afortunadamente, pero ese sabor añejo no lo cambio por nada.