Cuando Nokia presentó la N-Gage original, el público la recibió con sensaciones encontradas. Por un lado, los tecnófilos que gustan de cambiar de teléfono cada pocos meses se interesaron por lo que parecía ser un teléfono smartphone con capacidades de juego superiores. Por el lado contrario, muchos aficionados a las videoconsolas le dieron la espalda, así como la prensa del ramo, que recibió la "pequeña" criatura de Nokia de forma tibia. Este desinterés generalizado terminó redundando en unas ventas pobres y una baja estima del producto, algo que desde luego no dejo con buen sabor de boca a una compañía que esperaba mucho más de su primera experiencia en los videojuegos.
Para enmendar el fracaso, Nokia lanzo hace un tiempo una nuev versión de su N-Gage, la N-Gage QD, una cierta mejora del modelo presente hasta la fecha concebida para mejorar la percepción de los compradores sobre la máquina.
¿Lo consigue?
Ni sí, ni no, sino todo lo contrario. Como forma de hacer más atractivo el precio de la consola, varias de las características más apreciadas por los tecnófilos mencionados anteriormente han sido eliminadas; No están presentes en la QD el reproductor MP3/AAC, ni la radio, ni el puerto USB. Mientras que la radio era una opción escasamente utilizada por los poseedores de la N-Gage clásica y se puede comprender su retirada del producto, la eliminación del reproductor MP3 es algo muy discutible. De acuerdo, aunque la QD no trae un reproductor MP3 de serie, los usuarios puede instalar alguno de los varios programas para los teléfonos de la serie 60 disponibles para tal efecto. ¿Dónde está el problema entonces? N-Gage QD sólo dispone de sonido MONO. Increible pero cierto. No sólo los diseñadores de Nokia han estimado que no era necesario un reproductor, además en su afan de reducir costes han limitado de tal forma el hardware que ni siquiera resulta ya tan atractiva la instalación de uno de estos programas, pero lo que es más grave, priva a la QD de una de sus bazas para ganarse el favor del público. Es cierto que hasta el momento el sonido en las portátiles ha sido una de las asignaturas pendientes, y hasta en las plataformas con sonido estéreo su utilización ha sido, como poco, mediocre. ¿Qué le hubiera costado entonces a Nokia desmarcarse de las demás? Con su capacidad para reproducir música y sonidos de calidad en formato de onda gracias a la capacidad de las tarjetas, hubiera ganado bastante con una salida de sonido a juego, pero parece que este punto no ha sabido ser apreciado por la compañía finlandesa.
Y si la eliminación del reproductor mp3 y la salida estéreo son decisiones extrañas, la retirada del puerto USB duele, dado que fuerza al comprador a hacerse con un adaptador Bluetooth para transferir datos de la consola al PC y viceversa. De nuevo, todo sea por reducir costes.
¿En qué mejora entonces? En bastantes cosas, más de las que se aprecian a simple vista. Muchos de los grandes errores del anterior modelo se han subsanado de forma eficiente. Para empezar, la sobredimensionada N-Gage original ha dado paso a un modelo de medidas contenidas, más acorde con lo que se espera de un aparato de su clase, permitiendo a la QD ser transportada en un bolsillo sin molestar.
Junto con este obligado empequeñecimiento, los botones han sido modificados para que resulten más accesibles al jugador, algo que unido a la nueva (y muy cómoda) cruceta, es algo el poseedor del anterior modelo nota al instante, sobre todo en juegos donde la acción es más rápida y confundirse de botón conlleva la pérdida de la partida.
Por otro lado tenemos la pantalla. Posiblemente los muchachos de Nokia hayan creido que la disposición típica de un teléfono móvil de la serie 60 sería ideal tanto pra mantener la compatibilidad con el software actual, como para jugar. Craso error. Aunque la resolución no molesta para juegos con scroll vertical, todo aquel que utilice vistas en primera personas o desplazamientos horizontales va a sufrir por la orientación de la pantalla, algo que queda patente en buena parte de los títulos disponibles, aunque este no-cambio ya era algo esperable en una revisión tan temprana. Por lo demás, la nueva pantalla goza de una buena definición y una luminosidad mayor a la del modelo precedente, lo que repercute notablemente en la calidad de juego sin penalizar de forma muy significativa a la autonomía de la QD (unas de ocho horas dependiendo del juego o algo más de una semana si se utiliza esporádicamente como móvil)
Del mismo modo que sucede con los controles y la pantalla, los antiguos propietarios de una N-Gage sabrán apreciar la banda protectora de plástico gomoso que protege la unidad y sus conectores de polvo y pequeñas caidas, pero sobre todo el uso mejorado del dispositivo. N-Gage QD dice adiós al ridículo sidetalking (tener que hablar con la máquina de canto) así como al incómodo trabajo necesario para introducir un juego o tarjeta MMC en la consola. ¿A quién se le ocurrió la genial idea de tener que desmontar la unidad para poder cambiar de juego? Ahora es tan sencillo como deslizar la tarjeta en la ranura inferior y pulsar el botón de acceso directo a juego localizado al lado de la cruceta (start para los amigos). Rápido, sencillo, sin quebraderos de cabeza. Como tiene que ser en una consola.
CONCLUSION:
Como casi todas las compañías ajenas a los videojuegos que han probado suerte en la industria por primera vez, Nokia no ha empezado con el mejor pie. N-Gage QD muestra la disposición de la firma a mejorar el producto y adaptarlo, aunque por el camino se han dejado mejoras tales como una pantalla horizontal.
Nokia, que no se cansa de decir que N-Gage es una consola y no un celular, ha de tener en cuenta que la competitividad de el mundo de los videojuegos es comparable a la existente en el de la telefonía móvil, y aunque no desee competir directamente con Nintendo, el hecho es que quien quiere una consola portátil tiene una GameBoy Advance y por mucho que quisieran no conseguirían crear un nuevo nicho de consumidores para su producto. Si de verdad Nokia quiere llamar la atención de los jugadores, no le basta con polígonos texturados e iluminados, necesita un producto bien diseñado y con un catálogo con títulos fuertes y que se desmarquen de lo visto hasta ahora (aunque con Ashen, Pathway to Glory y The Elder Scrolls Travels: Shadowkey parece que empiezan a cambiar las cosas)
Podrías acabar diciendo que N-Gage es una máquina muy recomendable para quien busque un smartphone a buen precio, recomendable para quien quiera un nuevo móvil y además le apetezca jugar a algo como Dios manda en el autobús o el metro y bastante menos recomendable para el jugador dedicado.
PROS:
CONTRAS:
Para enmendar el fracaso, Nokia lanzo hace un tiempo una nuev versión de su N-Gage, la N-Gage QD, una cierta mejora del modelo presente hasta la fecha concebida para mejorar la percepción de los compradores sobre la máquina.
¿Lo consigue?
Ni sí, ni no, sino todo lo contrario. Como forma de hacer más atractivo el precio de la consola, varias de las características más apreciadas por los tecnófilos mencionados anteriormente han sido eliminadas; No están presentes en la QD el reproductor MP3/AAC, ni la radio, ni el puerto USB. Mientras que la radio era una opción escasamente utilizada por los poseedores de la N-Gage clásica y se puede comprender su retirada del producto, la eliminación del reproductor MP3 es algo muy discutible. De acuerdo, aunque la QD no trae un reproductor MP3 de serie, los usuarios puede instalar alguno de los varios programas para los teléfonos de la serie 60 disponibles para tal efecto. ¿Dónde está el problema entonces? N-Gage QD sólo dispone de sonido MONO. Increible pero cierto. No sólo los diseñadores de Nokia han estimado que no era necesario un reproductor, además en su afan de reducir costes han limitado de tal forma el hardware que ni siquiera resulta ya tan atractiva la instalación de uno de estos programas, pero lo que es más grave, priva a la QD de una de sus bazas para ganarse el favor del público. Es cierto que hasta el momento el sonido en las portátiles ha sido una de las asignaturas pendientes, y hasta en las plataformas con sonido estéreo su utilización ha sido, como poco, mediocre. ¿Qué le hubiera costado entonces a Nokia desmarcarse de las demás? Con su capacidad para reproducir música y sonidos de calidad en formato de onda gracias a la capacidad de las tarjetas, hubiera ganado bastante con una salida de sonido a juego, pero parece que este punto no ha sabido ser apreciado por la compañía finlandesa.
Y si la eliminación del reproductor mp3 y la salida estéreo son decisiones extrañas, la retirada del puerto USB duele, dado que fuerza al comprador a hacerse con un adaptador Bluetooth para transferir datos de la consola al PC y viceversa. De nuevo, todo sea por reducir costes.
¿En qué mejora entonces? En bastantes cosas, más de las que se aprecian a simple vista. Muchos de los grandes errores del anterior modelo se han subsanado de forma eficiente. Para empezar, la sobredimensionada N-Gage original ha dado paso a un modelo de medidas contenidas, más acorde con lo que se espera de un aparato de su clase, permitiendo a la QD ser transportada en un bolsillo sin molestar.
Junto con este obligado empequeñecimiento, los botones han sido modificados para que resulten más accesibles al jugador, algo que unido a la nueva (y muy cómoda) cruceta, es algo el poseedor del anterior modelo nota al instante, sobre todo en juegos donde la acción es más rápida y confundirse de botón conlleva la pérdida de la partida.
Por otro lado tenemos la pantalla. Posiblemente los muchachos de Nokia hayan creido que la disposición típica de un teléfono móvil de la serie 60 sería ideal tanto pra mantener la compatibilidad con el software actual, como para jugar. Craso error. Aunque la resolución no molesta para juegos con scroll vertical, todo aquel que utilice vistas en primera personas o desplazamientos horizontales va a sufrir por la orientación de la pantalla, algo que queda patente en buena parte de los títulos disponibles, aunque este no-cambio ya era algo esperable en una revisión tan temprana. Por lo demás, la nueva pantalla goza de una buena definición y una luminosidad mayor a la del modelo precedente, lo que repercute notablemente en la calidad de juego sin penalizar de forma muy significativa a la autonomía de la QD (unas de ocho horas dependiendo del juego o algo más de una semana si se utiliza esporádicamente como móvil)
Del mismo modo que sucede con los controles y la pantalla, los antiguos propietarios de una N-Gage sabrán apreciar la banda protectora de plástico gomoso que protege la unidad y sus conectores de polvo y pequeñas caidas, pero sobre todo el uso mejorado del dispositivo. N-Gage QD dice adiós al ridículo sidetalking (tener que hablar con la máquina de canto) así como al incómodo trabajo necesario para introducir un juego o tarjeta MMC en la consola. ¿A quién se le ocurrió la genial idea de tener que desmontar la unidad para poder cambiar de juego? Ahora es tan sencillo como deslizar la tarjeta en la ranura inferior y pulsar el botón de acceso directo a juego localizado al lado de la cruceta (start para los amigos). Rápido, sencillo, sin quebraderos de cabeza. Como tiene que ser en una consola.
CONCLUSION:
Como casi todas las compañías ajenas a los videojuegos que han probado suerte en la industria por primera vez, Nokia no ha empezado con el mejor pie. N-Gage QD muestra la disposición de la firma a mejorar el producto y adaptarlo, aunque por el camino se han dejado mejoras tales como una pantalla horizontal.
Nokia, que no se cansa de decir que N-Gage es una consola y no un celular, ha de tener en cuenta que la competitividad de el mundo de los videojuegos es comparable a la existente en el de la telefonía móvil, y aunque no desee competir directamente con Nintendo, el hecho es que quien quiere una consola portátil tiene una GameBoy Advance y por mucho que quisieran no conseguirían crear un nuevo nicho de consumidores para su producto. Si de verdad Nokia quiere llamar la atención de los jugadores, no le basta con polígonos texturados e iluminados, necesita un producto bien diseñado y con un catálogo con títulos fuertes y que se desmarquen de lo visto hasta ahora (aunque con Ashen, Pathway to Glory y The Elder Scrolls Travels: Shadowkey parece que empiezan a cambiar las cosas)
Podrías acabar diciendo que N-Gage es una máquina muy recomendable para quien busque un smartphone a buen precio, recomendable para quien quiera un nuevo móvil y además le apetezca jugar a algo como Dios manda en el autobús o el metro y bastante menos recomendable para el jugador dedicado.
PROS:
- Diseño exterior muy mejorado
- Mayor autonomía
- Pantalla más luminosa
- Numerosas aplicaciones caseras (reproductores multimedia, emuladores...)
- Compatible con el ingente número de programas para teléfonos de la serie 60
- Multijugador por Bluetooth y online mediante N-Gage Arena
CONTRAS:
- Sin reproductor MP3 ni radio
- Sin puerto USB
- Sonido mono
- Teléfono de doble banda (el anterior era tribanda)
- La pantalla necesita ser reorientada