Lo mejor que se puede decir de Robinson es: ¿A alguien le caía mal este señor y si era así, por qué?
Un grandísimo comunicador (soy periodista de profesión, y modestamente, algo sé del tema) y un tío que nos trasladó el lado más humano del deporte (mucho más allá del sempiterno fútbol (y de las putas multinacionales Madrid y Barcelona, a las que dedican el 80-90% de su "información deportiva" en muchos medios, sobre todo de radio y televisión), y no sólo en retransmisiones como sobre todo en programas como El Dia Después, Informe Robinson o Acento Robinson en la SER (el útimo programa, hará poco más de un mes que se emitió).
Tan grande era este señor, que aunque ahora recuerdo bien que desde el principio dijo que le habían detectado un cáncer incurable, con su actitud positiva y su sentido del humor, durante este año y medio, nos hizo llegar a creer que realmente se iba a curar o se estaba curando. Una actitud admirable ante la enfermedad, aunque es igualmente respetable la de quienes se lo toman de formas muy distintas, por supuesto.
Yo vivo ahora en Pamplona y aquí Osasuna se vive mucho. Hoy recordaban la anécdota de cuando lo ficharon, que se volvió loco buscando en mapas la ciudad "Osasuna" o cuando los compañeros de equipo le hicieron ir a pedir en un bar "cinco hijoputas con leche, por favor").
Se le echará de menos en la tele y en la radio, como seguro lo harán, sobre todo, su familia, compañeros y amigos.