Hoy volvemos a echar un vistazo a este roguelike, que sustituye al habitual protagonista solitario por una creciente e iracunda multitud que reclutaremos en la antigua Grecia (con el fin básico de destruirla), a través del nuevo metraje capturado por Eurogamer durante una sesión que describen como satisfactoria y divertida con la versión más reciente del juego.
En Okhlos tendremos que observar cuidadosamente entre todo el caos la composición de nuestro grupo, dado que muchas de las "unidades" (en un sentido amplio que incluye civiles, soldados, filósofos, héroes mitológicos e incluso animales con fuertes ideas políticas) cuentan con habilidades especialmente adaptadas a determinadas tareas como la demolición o la lucha. Los objetivos de esta última serán los colosos y dioses que tratan de defender cada una de las ciudades que constituyen los niveles del juego y evitar un considerable cambio en la historia que conocemos.
Así, además de los elementos del desarrollo basados en el manejo de multitudes, que recuerdan en cierto modo a la apreciada serie Pikmin de Nintendo, el jugador deberá estudiar los hechizos, efectos de área y modificadores o buffs que cada unidad aporta al grupo y emplearlos para avanzar en los desafíos específicos relacionados con la descripción más básica o tópica de cada nivel o jefe: una guerra total en Esparta, abundancia de puzles lógicos en Atenas o ¿una fiesta loca al enfrentarnos a Dionisio?.
El juego, que exhibe una estética basada en el pixel art en sus personajes pero de hecho emplea un motor 3D para el diseño (y destrucción) de sus niveles, estará disponible en Steam con un poco de suerte durante este verano, en versiones para los sistemas operativos Windows, Mac OS X y GNU/Linux con interfaz y subtítulos en cinco idiomas (incluido el español) y unos relativamente modestos requisitos técnicos.