Recomendadísimo si os gustó el anterior, pocos juegos consiguen conservar su esencia al adaptar su jugabilidad de 2D a 3D.
Se trata de un juego con mecánicas algo simples, pero que funcionan a la perfección.
Cada partida va de que tienes que avanzar entre diferentes escenarios generados aleatoriamente para buscar un portal que te lleve al siguiente al mismo tiempo que te vas potenciando a base de subir de nivel y de comprar objetos; sin embargo, la dificultad del juego irá aumentando poco a poco con el tiempo de juego de la partida, por lo que si tardamos mucho en avanzar, los enemigos acaban siendo mucho más fuertes y numerosos que nosotros.
Los puntos fuertes del juego son lo retante que se acaban volviendo sus partidas (una partida empieza floja pero al final acaba volviéndose muy muy bestia) y su modo coop (aunque se puede jugar solo), además de los diferentes estilos de juego que puedes tener combinando el personaje que elijas con los objetos que te van saliendo.