Pues un juego que ya nunca jugaré. Desde hace años tengo siempre instalado Linux y Windows, y ya hace muchos meses que el segundo no lo ejecuto. Entre proton/wine y que cada vez hay más juegos nativos (y yo menos tiempo) voy sobrado.
El problema no es que Linux o Mac no puedan, el problema es el monopolio de Windows en los ordenadores domésticos.