Con todo, aunque uno de los elementos determinantes de la experiencia era la rotura de la "cuarta pared", particularmente a manos del narrador que declaraba lo que estábamos a punto de hacer, la mecánica del título aún encajaba razonablemente en la habitual en los videojuegos, con un escenario, unos controles y unos objetivos no evidentes a primera vista pero que poco a poco íbamos descubriendo.
De The Beginner's Guide, la nueva obra de Wreden que anunció el miércoles y publicó ayer, no es fácil decir lo mismo: el concepto mismo de videojuego se diluye tanto en su planteamiento como en su mecánica, y es difícil apartar cualquier presentación sobre su propuesta del siempre complicado "tienes que probarlo para entenderlo".
El autor describe The Beginner's Guide como un "videojuego narrativo" que dura aproximadamente una hora y media y no incluye mecánicas u objetivos tradicionales, contando la historia de una persona que intenta tratar con algo que no entiende. El tráiler profundiza un poco en esa idea, planteándonos el desafío de averiguar algo acerca de un desconocido a través de la libre exploración de su producción creativa, que (como podríais esperar) se centra en el desarrollo de experimentos lúdicos.
Sin embargo, al igual que el "vistazo" a The Stanley Parable nos dejaba con más dudas que conclusiones, esta presentación no sirve al propósito de averiguar si la propuesta es apropiada o no para nuestro gusto como jugadores. Diversos medios se unen hoy en alabanzas relativamente crípticas de un título sobre el que leer demasiado afectaría a nuestra evaluación (aunque sí coinciden en señalar que el humor de The Stanley Parable no es parte de la propuesta), y la respuesta de los usuarios de Steam es considerablemente positiva, si bien su 87% por casi 700 jugadores no resulta tan significativo como el 91% por los 20.000 del anterior título (que, por supuesto, cuenta con la ventaja de dos años de disponibilidad y frecuentes rebajas).
En definitiva, nos encontramos ante un nuevo título experimental que parece buscar una respuesta más profunda del jugador, una conexión que trascienda la experiencia y se mantenga en nuestros pensamientos, y que cual ejemplo de la paradoja de Schrödinger podría ser simultáneamente el mejor y el peor título al que hayamos jugado hasta el momento preciso en el que lo hagamos. Al igual que con el anterior, siempre podremos ser espectadores de su desarrollo en nuestro servicio de vídeo favorito, pero, ¿y si descubrimos demasiado tarde que The Beginner's Guide sí era para nosotros?