Take-Two ha anunciado mediante una breve nota a sus accionistas e inversores la decisión de dejar caducar la oferta que había presentado para comprar Codemasters y no podrá otra sobre la mesa. Esta retirada deja vía libre a Electronic Arts, que salvo sorpresa mayúscula completará la adquisición del editor y desarrollador británico especializado en juegos de carreras durante el primer trimestre de 2021.
El culebrón que ha tenido a Codemasters como protagonista empezó en noviembre de 2020, cuando Take-Two anunció haber llegado a un acuerdo para comprar la compañía por poco más de 800 millones de euros. La junta directiva del editor recomendó a los accionistas aceptar la oferta, pero antes de que se celebrase la junta general apareció Electronic Arts con una propuesta de 1.000 millones de euros. En consecuencia, la junta directiva cambió de opinión y apoyó la iniciativa de Electronic Arts, que finalmente comprará el estudio.
En cuanto a Take-Two, sale derrotado de esta contienda, pero el editor de Grand Theft Auto tiene la cartera abierta, ha salido al mercado de compras y no piensa abandonarlo sin antes haber completado una adquisición. En la nota a los accionistas, la compañía avanza que “continuará buscando oportunidades” para mejorar su crecimiento a largo plazo. Eso se puede conseguir adquiriendo estudios externos o ampliando los internos, algo que Take-Two ya ha hecho con Cloud Chamber (nuevo BioShock) y 31st Union (nueva propiedad intelectual).
A día de hoy no es fácil comprar equipos de desarrollo. Hace tiempo que la industria del videojuego vive una etapa de consolidación y la competencia es dura, especialmente si quien anda de caza es Microsoft, cuyo poderío económico no tiene comparación entre los grandes editores. La tecnológica dio el campanazo el año pasado con la adquisición de Bethesda Softworks, pero también Nintendo ha ampliado sus filas con Next Level Games (Luigi’s Mansion), mientras que en 2019 Sony se quedó con Insomniac Games (Spider-Man).
El culebrón que ha tenido a Codemasters como protagonista empezó en noviembre de 2020, cuando Take-Two anunció haber llegado a un acuerdo para comprar la compañía por poco más de 800 millones de euros. La junta directiva del editor recomendó a los accionistas aceptar la oferta, pero antes de que se celebrase la junta general apareció Electronic Arts con una propuesta de 1.000 millones de euros. En consecuencia, la junta directiva cambió de opinión y apoyó la iniciativa de Electronic Arts, que finalmente comprará el estudio.
En cuanto a Take-Two, sale derrotado de esta contienda, pero el editor de Grand Theft Auto tiene la cartera abierta, ha salido al mercado de compras y no piensa abandonarlo sin antes haber completado una adquisición. En la nota a los accionistas, la compañía avanza que “continuará buscando oportunidades” para mejorar su crecimiento a largo plazo. Eso se puede conseguir adquiriendo estudios externos o ampliando los internos, algo que Take-Two ya ha hecho con Cloud Chamber (nuevo BioShock) y 31st Union (nueva propiedad intelectual).
A día de hoy no es fácil comprar equipos de desarrollo. Hace tiempo que la industria del videojuego vive una etapa de consolidación y la competencia es dura, especialmente si quien anda de caza es Microsoft, cuyo poderío económico no tiene comparación entre los grandes editores. La tecnológica dio el campanazo el año pasado con la adquisición de Bethesda Softworks, pero también Nintendo ha ampliado sus filas con Next Level Games (Luigi’s Mansion), mientras que en 2019 Sony se quedó con Insomniac Games (Spider-Man).
Y WRC y F1 ...
EA seguirá desarrollando juegos de Star Wars.
Ojala me equivoque...