Malas noticias para aquellos que esperaban una segunda entrega de Immortals Fenyx Rising. Video Games Chronicle asegura por varias fuentes conocedoras de la situación que la secuela ha sido cancelada.
Ubisoft Quebec, desarrollador del primer Immortal Fenyx Risign y otros títulos como Assassin's Creed: Origins, se encontraba trabajando en la secuela de la aventura mitológica, pero el proyecto fue cancelado a principios de este mes debido a los desafíos que supone establecer una nueva propiedad intelectual. Tampoco a ayudado que Ubisoft se encuentre en un momento en el que centra sus recursos en las franquicias más conocidas y capaces de alcanzar una audiencia mucho mayor, es decir, Assassin’s Creed, así como en los juegos como servicio.
La secuela de Immortals Fenyx Rising no había sido formalmente presentada por Ubisoft, pero informaciones periodísticas apuntaban a su existencia. Por ejemplo, el periodista Jeff Grubb dijo el año pasado en el pódcast Giant Bomb que la idea de la compañía francesa era convertir Immortals Fenyx Rising en una franquicia y explorar mitologías diferentes a la griega, como por ejemplo la mitología polinesia. Sin embargo, esta iniciativa quedó tocada después de que Ubisoft tomara la decisión de centrarse en sus marcas más importantes y ya establecidas.
Tras su lanzamiento en 2020, Immortals Fenyx Rising recibió tres complementos de pago.
El pasado enero Ubisoft canceló tres juegos no anunciados, ninguno de ellos era la secuela de Immortals Fenyx Rising, y anunció que se centraría en las llamadas “megamarcas” y los juegos en vivo “eternos”. Básicamente hablamos de tres propiedades intelectuales: Assassin's Creed, Far Cry y Tom Clancy (Ghost Recon, Rainbow Six y The Division). Immortals Fenyx Rising fue un juego muy bien recibido por la crítica, pero en opinión de Ubisoft no tuvo el suficiente éxito comercial. Según Video Games Chronicle, las ventas de Immortals Fenyx Rising en Europa fueron un 70 % inferiores a las de Assassin’s Creed Valhalla en un periodo similar.
No es justo comparar una nueva propiedad intelectual como Immortals Fenyx Rising con una nueva entrega de una saga tan popular como Assassin’s Creed. En cualquier caso, el modesto o mejorable rendimiento comercial de Immortals Fenyx Rising sumado al deseo de Ubisoft de exprimir sus franquicias ya establecidas, parece que se han llevado por delante el desarrollo de la secuela del colorido juego de acción mitológica que tan buen sabor de boca dejó.
Para hacernos una idea de cómo de grande es la apuesta de Ubisoft por sus propiedades intelectuales conocidas, basta con decir que a día de hoy más de 2.000 desarrolladores trabajan en Assassin’s Creed. El plan es aumentar este número hasta los 2.800. La compañía tiene como mínimo media docena de entregas de esta saga en camino, incluyendo Mirage (disponible el 12 de octubre), Red (nombre en clave de la entrega ambientada en Japón), Hexe (nombre en clave de la entrega ambientada en el Sacro Imperio Romano Germánico), Jade (un juego para móviles), Invictus (nombre en clave de la entrega multijugador) y Assassin’s Creed Nexus VR.
Ubisoft Quebec, desarrollador del primer Immortal Fenyx Risign y otros títulos como Assassin's Creed: Origins, se encontraba trabajando en la secuela de la aventura mitológica, pero el proyecto fue cancelado a principios de este mes debido a los desafíos que supone establecer una nueva propiedad intelectual. Tampoco a ayudado que Ubisoft se encuentre en un momento en el que centra sus recursos en las franquicias más conocidas y capaces de alcanzar una audiencia mucho mayor, es decir, Assassin’s Creed, así como en los juegos como servicio.
La secuela de Immortals Fenyx Rising no había sido formalmente presentada por Ubisoft, pero informaciones periodísticas apuntaban a su existencia. Por ejemplo, el periodista Jeff Grubb dijo el año pasado en el pódcast Giant Bomb que la idea de la compañía francesa era convertir Immortals Fenyx Rising en una franquicia y explorar mitologías diferentes a la griega, como por ejemplo la mitología polinesia. Sin embargo, esta iniciativa quedó tocada después de que Ubisoft tomara la decisión de centrarse en sus marcas más importantes y ya establecidas.
El pasado enero Ubisoft canceló tres juegos no anunciados, ninguno de ellos era la secuela de Immortals Fenyx Rising, y anunció que se centraría en las llamadas “megamarcas” y los juegos en vivo “eternos”. Básicamente hablamos de tres propiedades intelectuales: Assassin's Creed, Far Cry y Tom Clancy (Ghost Recon, Rainbow Six y The Division). Immortals Fenyx Rising fue un juego muy bien recibido por la crítica, pero en opinión de Ubisoft no tuvo el suficiente éxito comercial. Según Video Games Chronicle, las ventas de Immortals Fenyx Rising en Europa fueron un 70 % inferiores a las de Assassin’s Creed Valhalla en un periodo similar.
No es justo comparar una nueva propiedad intelectual como Immortals Fenyx Rising con una nueva entrega de una saga tan popular como Assassin’s Creed. En cualquier caso, el modesto o mejorable rendimiento comercial de Immortals Fenyx Rising sumado al deseo de Ubisoft de exprimir sus franquicias ya establecidas, parece que se han llevado por delante el desarrollo de la secuela del colorido juego de acción mitológica que tan buen sabor de boca dejó.
Para hacernos una idea de cómo de grande es la apuesta de Ubisoft por sus propiedades intelectuales conocidas, basta con decir que a día de hoy más de 2.000 desarrolladores trabajan en Assassin’s Creed. El plan es aumentar este número hasta los 2.800. La compañía tiene como mínimo media docena de entregas de esta saga en camino, incluyendo Mirage (disponible el 12 de octubre), Red (nombre en clave de la entrega ambientada en Japón), Hexe (nombre en clave de la entrega ambientada en el Sacro Imperio Romano Germánico), Jade (un juego para móviles), Invictus (nombre en clave de la entrega multijugador) y Assassin’s Creed Nexus VR.