Después de despedir a 1.900 empleados de Activision Blizzard, Bethesda Softworks y Xbox a principios de año, Phil Spencer, director ejecutivo de Microsoft Gaming, saca de nuevo la garlopa a pasear. En esta ocasión el recorte es de 650 empleados o un 3 % de la plantilla, y afecta principalmente a personal que desempeña funciones corporativas y de apoyo.
"Durante el último año, nuestro objetivo ha sido minimizar las alteraciones y, al mismo tiempo, dar la bienvenida a los nuevos equipos y permitirles hacer su trabajo de la mejor forma posible", dice Phil Spencer en un memorando interno al que ha tenido acceso Variety. "Como parte de la alineación de nuestra estructura de equipos tras la adquisición y de la gestión de nuestro negocio, hemos tomado la decisión de eliminar unos 650 puestos de trabajo en Microsoft Gaming, en su mayoría son funciones corporativas y de apoyo, para organizar nuestro negocio con la vista puesta en el éxito a largo plazo".
Durante el último año Microsoft Gaming ha dado la bienvenida a Activision Blizzard, un gigante de la industria del videojuego por el que se han pagado 68.700 millones de dólares. Tras completar la adquisición toca pasar por el periodo de digestión, que es tan complicado y pesado como el tamaño del plato. En 2023 Activision Blizzard sumaba unos 17.000 empleados y a la vista está que no todos tenían sitio en Microsoft Gaming. A principios de año los recortes de personal afectaron a equipos de desarrollo, y ahora ha llegado el turno a los empleados con funciones corporativas de y de apoyo (administración, recursos humanos, control, jurídico...).
En su mensaje, Spencer resalta que esta ronda de despidos no acarrea la cancelación de ningún título, dispositivo o experiencia ligada a los videojuegos. Tampoco cerrará ningún equipo de desarrollo. El pasado mayo Microsoft Gaming se deshizo de Arkane Austin y Tango Gameworks, responsables de Redfall y Hi-Fi Rush. Ambos equipos formaban parte de ZeniMax Media, la matriz de Bethesda Softworks por la que pagaron 7.500 millones de dólares en 2020.
Hace unas semanas cuando le preguntaron a Phil Spencer por la decisión de llevar a otras plataformas juegos de Xbox Game Studios como Indiana Jones y el Gran Círculo, el ejecutivo recordó que parte de su trabajo consiste en llevar un negocio. El propio Spencer ha reconocido que después de una inversión tan grande "el listón está muy alto" y parece que para superarlo y contentar tanto a Microsoft como a los accionistas hay que reducir peso.
"Durante el último año, nuestro objetivo ha sido minimizar las alteraciones y, al mismo tiempo, dar la bienvenida a los nuevos equipos y permitirles hacer su trabajo de la mejor forma posible", dice Phil Spencer en un memorando interno al que ha tenido acceso Variety. "Como parte de la alineación de nuestra estructura de equipos tras la adquisición y de la gestión de nuestro negocio, hemos tomado la decisión de eliminar unos 650 puestos de trabajo en Microsoft Gaming, en su mayoría son funciones corporativas y de apoyo, para organizar nuestro negocio con la vista puesta en el éxito a largo plazo".
Durante el último año Microsoft Gaming ha dado la bienvenida a Activision Blizzard, un gigante de la industria del videojuego por el que se han pagado 68.700 millones de dólares. Tras completar la adquisición toca pasar por el periodo de digestión, que es tan complicado y pesado como el tamaño del plato. En 2023 Activision Blizzard sumaba unos 17.000 empleados y a la vista está que no todos tenían sitio en Microsoft Gaming. A principios de año los recortes de personal afectaron a equipos de desarrollo, y ahora ha llegado el turno a los empleados con funciones corporativas de y de apoyo (administración, recursos humanos, control, jurídico...).
En su mensaje, Spencer resalta que esta ronda de despidos no acarrea la cancelación de ningún título, dispositivo o experiencia ligada a los videojuegos. Tampoco cerrará ningún equipo de desarrollo. El pasado mayo Microsoft Gaming se deshizo de Arkane Austin y Tango Gameworks, responsables de Redfall y Hi-Fi Rush. Ambos equipos formaban parte de ZeniMax Media, la matriz de Bethesda Softworks por la que pagaron 7.500 millones de dólares en 2020.
Hace unas semanas cuando le preguntaron a Phil Spencer por la decisión de llevar a otras plataformas juegos de Xbox Game Studios como Indiana Jones y el Gran Círculo, el ejecutivo recordó que parte de su trabajo consiste en llevar un negocio. El propio Spencer ha reconocido que después de una inversión tan grande "el listón está muy alto" y parece que para superarlo y contentar tanto a Microsoft como a los accionistas hay que reducir peso.
A este paso van a quedar cuatro gatos.
Mucho me temo que no serán las últimas noticias de despidos de que veremos de aquí a finales de año, ya solo pensando en los millones que ha perdido Sony con Concord no se cuantas cabezas van a caer, pero no serán pocas.