El editor Dotemu ha publicado un tráiler destinado a los jugadores que a partir del 15 de febrero se transformaran en faraones con el lanzamiento de Pharaoh: A New Era, el remake del clásico juego de construcción de ciudades Pharaoh. El vídeo gameplay de 8 minutos tiene como objetivo mostrar lo que ofrecerá el título, echar un vistazo a su renovado aspecto gráfico y descubrir sus mecánicas y características. También nos revela que un egiptólogo ha participado en el desarrollo del juego para verificar la exactitud histórica.
Pharaoh: A New Era incluye la expansión Cleopatra: Queen of the Nile y presenta un total de 53 misiones que permitirán experimentar distintos momentos históricos del Imperio egipcio para revivir 4.000 años de historia. El tráiler empieza en el oasis de Salima durante el periodo del Imperio Antiguo y nos muestra una misión donde los jugadores deben establecer un puesto comercial para asegurar las rutas locales. En cualquier partida o misión de Pharaoh lo más importante para crear una ciudad próspera son los ciudadanos, que lo primero que necesitan son hogares dignos.
A nivel de recursos, la madera es uno de los más importantes. Para obtener este y otros recursos hay varias opciones, desde la recolección hasta el comercio entre ciudades del imperio.
“Hemos rediseñado por completo la interfaz del juego original para Pharaoh: A New Era con el objetivo de mejorar la experiencia de juego y la gestión de las ciudades”, dice Dotemu. “Ahora dispondrás de una mejor vista de tu ciudad y un proceso más sencillo de elección y gestión de sus edificios. Y puedes copiarlos y pegarlos para facilitar aún más la gestión”. A nivel gráfico, el remake cuenta con nuevos ajustes de alta resolución y los edificios se han dibujado a mano desde cero. Además, el editor asegura que “cada aspecto ha sido supervisado por un egiptólogo cualificado para asegurar la exactitud histórica del juego”.
El video de Pharaoh: A New Era también nos descubre la importancia de la economía en la gestión de la ciudad. No solo se trata de usar el dinero para construir la urbe y mantener a los ciudadanos, sino que también servirá para acrecentar el poder y la influencia. Los dioses de Pharaoh no quieren dinero, así que para tenerlos contentos y no pagar las consecuencias de su ira se deberán construir templos para honrarlos. Cada dios otorgará un favor diferente. Por ejemplo Set, dios del desierto y el caos, protegerá a los soldados. Por debajo de los dioses tenemos al faraón, cuyos deseos también se deberán cumplir.
“Pero el componente más importante de Pharaoh: A New Era son las personas”, asegura Dotemu. “Y para que tu ciudad pueda crecer, tendrás que aumentar su atractivo. Al fin y al cabo, el bienestar de las personas y tu popularidad dependen de su calidad de vida”.
Pharaoh: A New Era incluye la expansión Cleopatra: Queen of the Nile y presenta un total de 53 misiones que permitirán experimentar distintos momentos históricos del Imperio egipcio para revivir 4.000 años de historia. El tráiler empieza en el oasis de Salima durante el periodo del Imperio Antiguo y nos muestra una misión donde los jugadores deben establecer un puesto comercial para asegurar las rutas locales. En cualquier partida o misión de Pharaoh lo más importante para crear una ciudad próspera son los ciudadanos, que lo primero que necesitan son hogares dignos.
A nivel de recursos, la madera es uno de los más importantes. Para obtener este y otros recursos hay varias opciones, desde la recolección hasta el comercio entre ciudades del imperio.
“Hemos rediseñado por completo la interfaz del juego original para Pharaoh: A New Era con el objetivo de mejorar la experiencia de juego y la gestión de las ciudades”, dice Dotemu. “Ahora dispondrás de una mejor vista de tu ciudad y un proceso más sencillo de elección y gestión de sus edificios. Y puedes copiarlos y pegarlos para facilitar aún más la gestión”. A nivel gráfico, el remake cuenta con nuevos ajustes de alta resolución y los edificios se han dibujado a mano desde cero. Además, el editor asegura que “cada aspecto ha sido supervisado por un egiptólogo cualificado para asegurar la exactitud histórica del juego”.
El video de Pharaoh: A New Era también nos descubre la importancia de la economía en la gestión de la ciudad. No solo se trata de usar el dinero para construir la urbe y mantener a los ciudadanos, sino que también servirá para acrecentar el poder y la influencia. Los dioses de Pharaoh no quieren dinero, así que para tenerlos contentos y no pagar las consecuencias de su ira se deberán construir templos para honrarlos. Cada dios otorgará un favor diferente. Por ejemplo Set, dios del desierto y el caos, protegerá a los soldados. Por debajo de los dioses tenemos al faraón, cuyos deseos también se deberán cumplir.
“Pero el componente más importante de Pharaoh: A New Era son las personas”, asegura Dotemu. “Y para que tu ciudad pueda crecer, tendrás que aumentar su atractivo. Al fin y al cabo, el bienestar de las personas y tu popularidad dependen de su calidad de vida”.
El tema es que la gracia de esos juegos eran su simplez. Eran asequibles para la gente mala en estrategia y que no se le daban bien manejar tantas cosas a la vez.
A mí un Sim city o Anno moderno me abruman de tal cantidad de opciones. Esos juegos tienen su mercado. Es igual que los simuladres. Hay gente que los quiere más realistas posibles y otros con toques de simulador. Los que más hay y más se venden, son estos últimos. Porque son más divertidos y más accesibles.
Sobre los gráficos que he leído por ahí. Es un juego de nicho. Mucha gente que lo va a comprar, son gente que lo jugó en el pasado y éste ya pedía una mierda de pc entonces. Su público son gente que probablemente tengan ahora una consola y un pc de oficina. Si pones gráficos 3d ultrarealistas y denuvo jodiendo el rendimiento, no vendería una mierda. El público de ese juego es el que tiene una integrada intel o una gt 1030 a lo sumo.
A mí me viene mejor así, porque tengo portátiles y tablets viejas, que espero que con suerte funcione ahí.
Este veo que es igual pero no jugue en su dia. La verdad que los graficos a priori, no me molan nada.