Hace una semana Housemarque anunció Returnal: Ascension, una actualización que estará disponible el 22 de marzo. Este nuevo contenido incluye un modo cooperativo en línea para dos jugadores que no guarda ningún secreto, y un modo llamado Torre de Sísifo que hoy se ha dejado mediante un tráiler con gameplay de 18 minutos comentado por Harry Krueger, director del juego.
“El modo Torre de Sísifo es nuestro modo infinito, un modo que nos devuelve a nuestras raíces arcade”, dice Krueger. Housemarque es el equipo responsable de Nex Machina, Matterfall, Resogun y Alienation, pero abandonó el género de los juegos arcade debido al escaso éxito comercial (que no de crítica). Ahora el estudio recupera parte de ese espíritu con Returnal y la Torre de Sísifo, una instalación por donde los jugadores deberán ascender y luchar hasta la muerte a medida de que el juego se vuelve cada vez más difícil.
“Una de las principales motivaciones para seguir adelante es la sensación de logro. Cada fase de la Torre culmina con un encuentro con Algos, que también se vuelven más complicados a medida que avanza el modo”, explica Krueger. Al contrario que en el modo campaña, en la Torre también tendréis que obtener una buena puntuación. Podréis ver vuestros progresos y mejores puntuaciones en un marcador y competir contra vuestros amigos y enemigos por lograr la mejor marca”.
Al igual que en los juegos arcade que durante 20 años desarrolló Housemarque, en la Torre de Sísifo los jugadores se encontrarán con un multiplicador de puntuación. Mantenerlo arriba y aumentarlo será la clave para cosechar las mejores puntuaciones posibles. Si Selene, la protagonista de Returnal, recibe un golpe o pasa demasiado tiempo sin causar daño, el multiplicador se reiniciará. “[...] tendréis que estar constantemente al filo de la navaja para mantener una buena racha”, avisa Krueger.
Sísifo es un personaje sacado de la mitología griega que destaca por su astucia. Esta habilidad lo salvó de diferentes correctivos, pero cuando llegó definitivamente al inframundo fue obligado a cumplir su último castigo: empujar una piedra enorme cuesta arriba por una ladera, pero antes de alcanzar la cima la piedra siempre rodaba hacia abajo. Un modo infinito al estilo de la Antigua Grecia.
